Ágora
RESPUESTA
No todas sus modalidades son iguales. En su visita al Perú, el Papa Francisco la llamó “esclavitud”. Exacto, pues somete a las personas a situaciones degradantes sin su consentimiento y sin retribución alguna o indigna. La peor clase es la trata sexual. Generalmente, se embauca a menores de edad o mujeres jóvenes muy pobres, y hay lugares conocidos donde se realiza con gran intensidad. En el primer texto del cristianismo, san Pablo dice algo muy claro: “Que nadie falte a su hermano ni se aproveche de él en esta materia” (1 Tesalonicenses 4,6).
Me agradaría leer algo cristiano sobre la trata de personas. Ana Ramírez, Villa El Salvador