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Contrario a los campos de entrenamiento de 2015, el jardinero boricua está trabajando en mejorar detalles y no para buscar un espacio en los Mellizos
Hace exactamente un año, las circunstancias que rodeaban al puertorriqueño Eddie Rosario durante los campos de entrenamientos eran muy diferentes a las actuales.
En la primavera de 2015 el nativo de Guayama llegó a los campos de entrenamientos de los Mellizos de Minnesota en Fort Myers sin una garantía de quedarse con un puesto en el roster de 25 jugadores.
Ni hablar de una posición regular en los jardines.
Un año más tarde, la situación es completamente diferente. Rosario recorre los cuarteles de entrenamiento de los Mellizos con la seguridad de que al inicio de la campaña, a principios de abril, su nombre estará incluido en la alineación regular por su dirigente Paul Molitor.
“Hay una gran diferencia. El año pasado estaba tratando de enseñar lo que tenía. Estaba tratando de ganarme una posición en el equipo”, recordó Rosario en conversación telefónica con El Nuevo Día.
Rosario, de 24 años, trató de impresionar a la dirección de los Mellizos en los campos de entrenamiento de 2015, pero fue a parar a las Menores, específicamente a la filial Triple A del equipo.
El bateador zurdo permaneció en ese nivel hasta que fue ascendido en mayo. El resto fue historia.
Rosario debutó con un jonrón al primer lanzamiento que le sirvieron en las Mayores. Su paso de ahí en adelante le ganó un puesto regular en los jardines. Como novato estableció algunas marcas en la franquicia y terminó liderando la Liga Americana y las Grandes Ligas en triples. También fue colíder en asistencias.
Así las cosas, el boricua se integró a los entrenamientos de los Mellizos este año sin la preocupación de tener que ‘pelear’ por una posición en la primavera.
“Este año vengo con la confianza de que la posición es mía. Me han dicho que lo coja más ‘relax’ durante estos campos de entrenamiento, pero soy de los que juega la pelota dura, como si no hubiera nada seguro, como si estuviera tratando de hacer el equipo”.
Para un jugador de segundo año, las expectativas son algo diferentes. Ya no se trata de aquel pelotero novato el cual trata de impresionar a sus superiores en busca de una oportunidad.
Ya en la organización de Minnesota saben lo que Rosario puede dar sobre el terreno de juego. Ahora es un jugador con mayores responsabilidades. Y le toca al boricua asumirlas con la seriedad que le amerita.
Rosario lo reconoce, así como también dijo estar consciente que entra en el temido ‘maleficio del segundo año’, el llamado ‘sophomore jinx’ en inglés.
“Este es un nuevo año. Uno de muchos retos. Muchos jugadores de segundo año fracasan en sus metas, pero yo no. Quiero sobrepasar las expectativas, tener mejores números y ayudar a mi equipo a ganar y meternos en los playoffs”.
Rosario finalizó la campaña pasada con promedio de .267 con 13 jonrones y 50 carreras remolcadas. En 122 partidos acumuló 121 imparables. Pegó 15 triples y 12 dobletes. Se robó 11 bases.
A la defensa -jugando en los tres jardines- cometió siete errores para .967 de porcentaje de fildeo. Realizó 16 asistencias.
“Este año voy a tratar de subir más ese promedio. Estoy tratando de hacer swing a mejores pitcheos. El año pasado estuve un poco agresivo. Hay que hacer mejores ‘swings’ en conteos favorables”, reconoció el bateador zurdo.
Rosario se ponchó 118 veces en 122 partidos, un por ciento muy alto para un bateador que no se considera jonronero. A su vez, apenas se trabajó 15 bases por bolas. Su por ciento de ponches fue de 24.9% y el de boletos trabajados de apenas 3.2 (por apariciones al plato).
En lo que respecta a la defensa, los Mellizos esperan nuevamente una actuación de peso de parte de Rosario. Se proyecta al boricua jugando en el bosque de la izquierda.
Sin embargo, existen rumores de que Rosario podría pasar al predio central si la dirección entiende que el prospecto Byron Buxton aún no está listo para jugar en las Mayores.
“Ellos confían mucho en mi defensa y en las situaciones de juego. Molitor me ha dado esa confianza”, agregó.
“Yo me siento tranquilo. Voy a seguir trabajando en los campos de entrenamiento. Meterme en la cabeza mucha pelota. Mucho béisbol... 24-7 para tener un buen año”, concluyó ‘La Bala Boricua’.
“Este año vengo con la confianza de que la posición es mía. Me han dicho que lo coja más ‘relax’ durante estos
campos de entrenamiento, pero soy de los que juega la pelota dura, como si no hubiera nada
seguro. Como si estuviera tratando de hacer el equipo”
EDDIE ROSARIO
Jardinero de los Mellizos