Rocambolesca detención
«Marracú», el tercero de los asesinos, huyó con toda su familia a Cuba, donde residía uno de sus hijos. En su casa de Orense fueron hallados restos de sangre, por lo que se dedujo que allí había sido asesinado «El Federal». Pero durante la travesía murió un hijo y al poco fueron deportadas su mujer y sus hijas, con lo que decidió volver a la península, estableciéndose en Monçao, Portugal. Al enterarse la Policía de Orense alertó a los agentes portugueses de que «Marracú» no llevaba documentación, para que lo detuvieran, y les convencieron, sin darle importancia, de que era mejor enviarlo a España. Lo trasladaron en barca por el río Miño y al llegar a la orilla de Salvatierra, en tierras gallegas, el inspector español y sus agentes se le echaron encima y lo esposaron. Habían pasado cinco años desde su crimen.