Escalada de intolerancia
La última película del libanés Ziad Doueiri, premiadísimo director, rozó también el Oscar en lengua no inglesa. Pese a sus credenciales, «El insulto» no es ningún experimento gafapasta –se nota la formación estadounidense del cineasta–, sino un ágil relato que invita a la reflexión más que a la risa. El argumento es propio de una tragicomedia: una pequeña disputa laboral crece como una bola de odio de consecuencias imprevisibles...