Asaja calcula unas pérdidas por la sequía de unos 73,6 millones de euros
Algunos cultivos, como los cítricos y el olivar, se han mantenido en buenos precios debido a la escasez de producción en otras partes del mundo
Meteorología Se llegó a temperaturas de hasta 38 grados en pleno otoño y de entre 26 y 29 en el mes de marzo de 2017
El análisis de 2017 a nivel del campo en la provincia de Córdoba tiene una doble lectura para la organización agraria Asaja. Y es que, por un lado, ha sido una campaña realmente mala para determinados cultivos más sensibles a la climatología que otros, pero, por otro lado, en materia de productos estrella cordobeses, como son el aceite de oliva y los cítricos de la Vega del Guadalquivir, el resultado no es tan negativo, al menos en lo que a precios se refiere.
Por lo pronto, como no podía ser de otro modo, se han producido pérdidas económicas, aunque hay que entenderlas más bien como «no ganancias». Según expuso ayer el presidente de Asaja Córdoba, Ignacio Fernández de Mesa, en su balance agrícola y ganadero en Córdoba durante 2017, «la climatología no ha sido nada favorable», y eso se ha traducido en un año extraño en materia de lluvias, porque si bien las precipitaciones han estado en la media (en torno a unos 500 o 600 litros por metro cuadrado anuales), las precipitaciones han venido acompañadas de temperaturas realmente altas, que han provocado que se evapore pronto el agua, que no profundizara en tierra y, por tanto, apenas se haya notado en el caudal de los pantanos.
Temperaturas medias
Sólo a modo de ejemplo, se han alcanzado temperaturas en otoño de hasta 38 grados, mientras que en marzo se llegaron a los 26 y 29 grados de media, según ha recordado el presidente de Asaja en su balance.
Y la falta de agua para el campo puede llegar a ser catastrófico. No es el caso para la provincia de Córdoba, pero sí se han calculado unos 73,6 millones de euros que no se han ingresado en los bolsillos de los agricultores y ganaderos cordobeses por la situación climatológica anómala y que en circunstancias normales se hubieran añadido como una cifra favorable.
Por sectores, Ignacio Fernández de Mesa explicó que la sequía ha provocado pérdidas de 14.201.842 euros en cultivos tan importantes como importantes como el girasol (con más de 5,5 millones de euros de merma, al pasar su precio desde los 345 euros a los 318), el viñedo (más de 1,7 millones), trigo blando (casi 1,47 millones de euros), trigo duro (que pasó de los 234 euros por tonelada en 2016 a los 214 euros), avena y cebada.
Otras cifras aportadas ayer por el presidente de Asaja Córdoba fueron
que la producción de trigo duro bajó hasta las 3,2 toneladas por hectárea, mientras que el trigo blando descendió en un 56%.
También la ganadería y quienes viven de ella lo ha pasado mal, tanto por falta de pastos como por carencia de agua. Eso ha supuesto a los propietarios de animales un desembolso suplementario millonario para alimentarlos y darles de beber. Concretamente, los ganaderos cordobeses tuvieron que abonar de su propio bolsillo el pasado año 59,4 millones de euros.
Los males de la ganadería
Los más afectados por estos pagos suplementarios para la alimentación animal son los profesionales del subsector caprino y ovino. También lo han notado, pero en menor escala, el vacuno de leche y el porcino y, finalmente, el vacuno de carne.
Por contra, el olivar cordobés tuvo una producción de 268.000 toneladas, también afectada por la falta de agua, pero con precios bastante buenos para los agricultores, al pasar en noviembre de 2016 de 3.140 euros por tonelada a 3.725 euros en 2017. Al tiempo que la escasez de zumo de naranja ha provocado un tirón de los cítricos cordobeses por su elevada calidad, con una producción de 220.000 toneladas y precios duplicados, de 0,8 a 0,16 euros por kilo gracias a la industria.
También las frutas de huesos, como los melocotones, han entrado en una «profunda crisis» y las grandes superficies están presionando al mercado llegando a pagar entre 35 y 40 céntimos, por debajo del coste de producción, que se sitúa en los 50 céntimos por kilo. A eso hay que añadirle una caída del consumo de frutas y hortalizas que alcanza el 4,4%, según los datos que maneja la patronal agraria cordobesa.
En cuanto a la seguridad en el campo, Fernández de Mesa se ha felicitado por los éxitos alcanzados contra la delincuencia, ya que las infracciones penales se vieron reducidas en un 16% con la creación del quinto Equipo ROCA para el norte de la provincia, aunque quedan «zonas críticas» en Puente Genil, Baena, Aguilar y La Carlota.