Un terremoto en Portugal hace temblar Andalucía occidental
El temblor, registrado a las 12.51 horas, alcanzó una magnitud de 4,4 grados
Un terremoto con epicentro al norte de la localidad portuguesa de Évora, situado en el interior del país vecino a la altura de Lisboa, desató ayer las alarmas en Andalucía occidental y Extremadura al hacer temblar parte del territorio, de forma especial en Huelva, Sevilla y Córdoba. El temblor, registrado a las 12.51 horas alcanzó una magnitud de 4,4 grados según el Instituto de Geográfico Nacional —dependiente del Ministerio de Fomento—, y tuvo su origen a 12 kilómetros de profundidad en la población lusa de Arraiolos.
En el caso de Huelva, donde se sintió desde la Costa y los municipios que son frontera natural con Portugal, hasta la capital, numerosos vecinos se echaron a la calle por temor, desde centros de trabajo hasta comercios. «Estaba en una reunión y vi que se movía todo, desde las mesas y sillas hasta las botellas del agua que teníamos encima», señaló una trabajadora de un edificio de oficinas. Emergencias 112 Andalucía registraba las solicitudes de información de la población en cuanto se producía el temblor, de entre cuatro y diez segundos de duración. No se registraron daños personales o materiales.
La comunidad andaluza, junto al Levante son las dos zonas de mayor riesgo de terremotos de España. Al este del Cabo de San Vicente, en suelo portugués, hay una zona que está en constante actividad sísmica que provocó a mediados del siglo XVIII (1755) una de las mayores catástrofes de Andalucía. Un terremoto de magnitud 8,5 desató un tsunami que alcanzó las costas de Huelva y Cádiz, provocando hasta 15.000 muertos en la zona. Por otro lado, en el Golfo de Cádiz hay otro punto sensible en la placa que discurre desde las islas Azores hasta el Estrecho de Gibraltar.
«Sabemos que va a llegar otro gran terremoto», explica Mercedes Feriche, responsable de prevención del Instituto Andaluz de Geofísica de la Universidad de Granada en relación con el histórico portugués. El llamamiento de Feriche tiene que ver con que los terremotos son peligrosos atendiendo a dos variables. Por un lado, su fuerza. «Ahí no podemos hacer nada, vienen como vienen», explica la experta. Por otro lado, la forma en que nos preparamos. «Ahí sí podemos trabajar», puntualiza. «Construyendo mejor, adaptando edificios, mejorando la vulnerabilidad de las construcciones», resume Feriche.
Miedo en Huelva capital En Huelva numerosos vecinos se echaron a la calle por temor, desde varias oficinas a comercios