ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Paulinho, de la mofa al éxito en cinco meses
Alejada del estrés que ahora mismo viven los servicios médicos, con una enfermería a rebosar (Coutinho, Dembélé, Alcácer y Umtiti), la secretaría técnica disfruta del momento del equipo y del rendimiento que están dando los fichajes acometidos este pasado verano. Precisamente, el más discutido está siendo el más rentable. Paulinho ha sido capaz de transformar todos los interrogantes que generó su llegada en exclamaciones y las dudas en aprobación. Ya nadie habla de los 40 millones que costó su incorporación, de su edad (29 años) o de su procedencia (una Superliga china más apropiada para jugadores que buscan un retiro dorado que para jóvenes promesas con hambre de convertirse en estrellas rutilantes). Paulinho ha sabido ganarse un sitio en un equipo en el que no se han producido apenas cambios durante las últimas tres temporadas. El brasileño ha superado todas las expectativas. Los ocho goles que ha marcado en Liga le convierten en el medio con más tantos de las grandes Ligas europeas y le han concedido la vitola de jugador imprescindible para Valverde, que nunca dejó de creer en él a pesar de la desconfianza que generó en la grada desde el primer día. «Lo valoro muy positivamente. Fue un jugador que cuando llegó parecía que había ciertas dudas sobre él. Es un jugador que no es del estilo de otros que tenemos en el equipo, más especialistas, de juego de posición. Es otra cosa. Se descoloca un poco más, llega por sorpresa al área rival y tiene una efectividad increíble porque tiene mucha fe. Se relaciona bien con Messi y con Luis en los últimos metros», le define el Txingurri. El carioca es el tercer goleador del Barcelona, solo superado por Messi (23) y Luis Suárez (14), suma el doble de goles que Cristiano Ronaldo y Bale y cuadriplica los de Benzema. Entres los tres atacantes blancos solo acumulan 10 goles en Liga, lo que aún le otorga más valor a lo que ha hecho el azulgrana. «Estoy muy contento de que tanta gente haya cambiado de opinión con él», asegura Robert, que saca pecho y respira aliviado a partes iguales. De momento, la mofa ha dado paso al éxito.