EMBELESADA SHOPPER DE UNA CONFESIONES “La Navidad es la época del año en la que se acaba el dinero antes que los amigos”.
MIAMI
Comparto al 100% el pensamiento del cómico Larry Wilde, y lo corroboro invirtiendo mi fortuna en familia, vecinos, el frutero... Y especialmente en Abdulkader Kader Keita, mi profesor de esquí. Le conocí cuando casi le atropello con mi adorable, divertido y ya no sé moverme sin él Mini Clubman. Iba yo al volante haciendo los coros de All I Want For Christmas Is You de Mariah Carey y marcando el ritmo festivo con las perlas (auténticas como la vida misma) de mi anillo Dinh Van sobre el salpicadero. Él cruzaba por el paso de cebra de una tranquila calle de El Viso, en Madrid. Os juro que no le vi. Cuando fijé mi vista en sus botines de Camper todo lo demás se esfumó. “¡Eureka!”, me dije, son el regalo ideal para Fermina. Mi hermana es de esos seres difíciles de complacer, pero si hay algo que adora además de a mí, son los zapatos de la firma mallorquina y los bolsos de Loewe. Para su cumple le regalé el Red Linen Calf Meccano Pin Pouch y solo se lo quita para ducharse. Pues eso, feliz de haber resuelto un regalo, frené a menos de 10 centímetros de su pie. Lo sé con exactitud porque comparé el espacio con el largo de mi Solaris, el cigarrillo electrónico con el que vapeo para no ahumar mis tapicerías. Yo sí eché una humareda repleta de corazoncitos
Humos
cuando ví el desconcierto y un pelín de odio en sus profundos ojos negros, tan negros como el frasco de CH Men Privé de Carolina Herrera, perfume hipnótico que mi víctima efluviaba. Me enamoré de su aroma, de la pajarita estilo Sonia Delaunay que llevaba al cuello (enseguida supe que era de la tienda del Museo Thyssen-bornemisza )yde las irresistibles curvas masculinas traseras (un pompis para enmarcar) que delineaban sus Alpha Khaki Slim de Dockers. Intercambiamos teléfonos y todos los papeles indispensables, supuestamente, para compensar el trauma que le había ocasionado. La cosa es que Abdul no habla ni papa de español, ni ningún otro idioma que yo entienda... Bueno... el del amor. Así, con gestos y señalándole las nueve en mi Hublot Classic Fusion 8-Day Reserve –creo que se quedó fascinado con mi relojazo, es lo único que conservo de Segismundo ,mi ex–, le invité a cenar esa noche en El perro y la galleta. El caso es que lo entendió y llegó puntual. Tuvimos una velada inolvidable, en la que con mímica me enteré de que es profesor de esquí, un deporte que jamás practicaría a no ser por una buena causa: yo misma. Al día siguiente compré unos esquíes Experience 84 de Rossignol customizados en Massimo Dutti y me apunté a sus cursos (muy intensivos) en Navacerrada. Ahora, en lugar de estar en Miami empapándome de arte y diseño, en Art Basel y Design Miami, estoy en su sofá, con una pata escayolada, viendo pelis libanesas, mientras él prepara hummus con la receta de su mamá. Adoro el deporte. (continuará)
n
un dúo irresistible. Hay dos opciones: estar allí o no existir ni en arte, ni en diseño. Las dos ferias diciembreras de Florida suben puestos y las satélites, que aprovechan el tirón, también están que se salen. Cada vez participan más galerías, coleccionistas, comisarios, diseñadores, artistas, críticos, aspirantes y por supuesto las mejores piezas de cada casa. Si en sus comienzos a ambas se las tildaba de alocadas, ahora son infalibles marcando tendencias en arte y muebles vintage, modernos y contemporáneos. Del2al6de diciembre. www.artbasel.com;
www.designmiami.com
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