Una acertada mezcla de emergentes y consagrados LIDERA la revolución cultural de la nueva PRAGA.
conformada por varios hexágonos de hormigón de Vera Machoninova y Vladimír Machonin), el parlamento socialista (que ocupó y modificó la antigua sede de la bolsa, actualmente un anexo del Národnímuzeum), la torre de comunicaciones de Ješted (diseñada por Karel Hubácek en 1966 con una insólita planta helicoidal que consiguió el prestigioso Premio Auguste Perret) o gran parte del suburbano, trazado en los 70. Dos décadas después, en 1996, la fisonomía del distrito Praga 2 cambiaría radicalmente con La Casa Danzante, una polémica obra deconstructivista del arquitecto checocroatavlado Milunic en colaboración con Frank O. Gehry, que pronto se convertiría en un icono de la República Checa, recién separada de Eslovaquia. Hoy, tanto el casco histórico, declarado en 1994 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, como los nuevos barrios emergentes, se salpican de locales donde la creación es un valor en alza. El diseño patrio encuentra un altavoz en espacios como Futurista Universum (que apoya a jóvenes emergentes), Debutgallery (centrado en pequeños objetos decorativos, moda y joyería) o Pavilon (un centro comercial dedicado al interiorismo); firmas como Qubus (impulsada por Jakub Berdych ymaximem Velcovským) o iniciativas como la feria Designblok (que se celebra durante el mes de octubre). Praga estámás viva que nunca.
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