UNA DEL OESTE
Linos, madera envejecida, cerámica, platos de vidrio, alfombras de piel, troncos de árboles y maceteros excavados. Ana Milena Hernández Palacios y Christophe Penasse, o lo que es lo mismo, las cabezas pensantes del estudio de interiorismo afincado en Valencia Masquespacio, se inspiraron en el Far West para reinterpretar a su manera la nueva colección Linen de Zara Home. “Intentamos hacerla nuestra. Cogimos su esencia y añadimos la obsesión que tenemos por todo lo gráfico. Sin perder el ADN del producto, lo metimos en nuestro submundo repitiendo piezas para crear patrones lineales y figuras, la geometría que acompaña siempre todo lo que hacemos”, explica Ana. Masquespacio, responsable de restaurantes como La Manera o Albabel, la tienda Gnomo o el Valencia Lounge Hostel, todos en la Ciudad del Turia, decidieron abandonar sus rabiosos tonos Memphis para adoptar los crudos de Linen. “Normalmente manejamos paletas mucho más saturadas. Estas gamas son más calmadas en apariencia pero las texturas son tan potentes que hasta parecen tener color. Son terrosas, instintivas”, cuenta. Lo que más les impactó fueron los tejidos, la base de la colección. “Nos enamoramos de ellos igual que del resto de materiales. Cada bandeja de madera, por ejemplo, es diferente porque está hecha a mano. Nos encantaron los bajoplatos de yute, las cestas, la cerámica... Los cactus y las palmeras ayudan a crear la estética vaquera que buscábamos”, remata. El resultado es un duelo al sol en el que el lino y las tramas naturales salen ganando.