ROSARIO FLORES
D“Siempre digo que soy carne de escenario”
ice que quien no la ha visto en el escenario no la conoce, y tiene razón. Sobre las tablas es un torbellino capaz de emocionar al más exigente de los públicos. De casta le viene. Si eres de las que aún no han ido a uno de sus directos, o de las que repiten, anota esta fecha: 16 de agosto. Es cuando Rosario estará en el Starlite tras hacer un alto en su nuevo proyecto como jurado de Idol, un programa colombiano parecido a La Voz que tantos recuerdos de sus comienzos le ha despertado.
¿Qué nos vas a ofrecer en el Starlite? Voy a presentar mi último disco, Rosario, y veréis como en el escenario soy cien por cien yo. Como siempre digo, soy carne de escenario. Es donde me entrego por completo y donde realmente transmito toda la energía que tengo por mis pelos, mis manos, mi baile...
Dices que sientes al público de tus conciertos. ¿Cómo es? Siempre muy calentito y con los ojos llenos de brillo mirándome con una sonrisa. Ver las caras de la gente cuando canto es muy bonito, una de las mejores cosas.
Tú siempre estás de gira, ya sea en España o por América. Según está el panorama, ¿crees que los conciertos son una buena salida para la música? Sí, pero nos cuesta mucho porque la crisis está ahí también. La verdad es que yo no me quejo, porque en España me quieren mucho y tengo que dar gracias porque me ha ido bien, y siempre hay temas de mis discos que llegan al público, pero la cosa ha cambiado... La verdad es que si no pudiera bailar ni cantar no sé lo que haría.
Ayudar a los que empiezan no se te da nada mal, por lo que hemos visto en La Voz y La Voz Kids. ¿Cómo ha sido la experiencia y cómo la has vivido? Ha sido maravillosa y me ha dado la oportunidad de acercarme a un montón de gente. Además, no puedes evitar recordar la ilusión que tienes cuando quieres ser artista, las ganas de que los demás te vean y de poder expresarte ante ellos. Me he identificado muchísimo con los participantes.
Ahora tienes unos cuantos pequeños fans... [Risas] Sí, y cuando voy por la calle me paran los padres