Visca el furbo
Qué partido el de anoche en Sevilla. Como si resucitara el fútbol del arrebato. Pero del arrebato de los dos equipos, no hubo tregua, y hubo errores, humanos o divinos, del árbitro y de los ciudadanos que juegan al fútbol, incluidos los que juegan desde la grada. Ese contagio del fútbol que producen el Barça y el Sevilla cuando se ponen a competir añade esperanza al fútbol que tiene un apellido, el de Messi.