Gento, un orgullo para Cantabria
En España siempre ha existido un cierto complejo de inferioridad, una tendencia a valorar mejor todo aquello que viene de fuera. Hasta los anuncios de perfumes, de coches, de pasta y de un sinfín de productos, rodados en español, tienen en muchas ocasiones acento extranjero. Es como si trataran de convencernos de que esos productos son mejores porque los consumen gentes de otros lugares. Me hace especial gracia, y hasta me resulta ridículo, escuchar cómo la publicidad presenta un perfume con un nombre tan español como Carolina Herrera con una voz extranjera que pronuncia algo así como ‘Cagolina Heguega’.
En el fútbol ocurre algo parecido. Apellidos como Netzer, Van Nistelrooy, Lewandowski… cuentan de entrada más que si te apellidas Ramos, Vázquez o Isco.
Hoy van a nombrar a mi paisano Paco Gento Presidente de Honor del Real Madrid. Si hubiera nacido en Francia, Alemania, Inglaterra o Italia habría recibido más de una vez el Balón de Oro, pero nació en Cantabria. Y con ese origen ha sido el mejor jugador de fútbol que ha dado España en toda su historia. Nadie ha conseguido, y difícilmente conseguirá, seis Copas de Europa y once títulos de Liga.
En una ocasión el mítico Alfredo Di Stéfano vino a Cantabria a pasar un fin de semana. Tuve la oportunidad de cenar con él. Yo me deshacía en elogios, pues creo que ha sido el mejor jugador de la historia del fútbol. Pero el me interrumpió, con aquella voz argentina y pausada, para decirme: “Yo sin Paco Gento no hubiese conseguido ni la mitad de la gloria que me atribuyen. Él es para mí el más grande”.
Además de por un historial deportivo inigualable, Gento destaca por su calidad humana. Me precio de ser su amigo y de conocerle un poco y por eso puedo decir que es la sencillez personificada, el antidivo, algo poco habitual hoy en día entre los deportistas de élite.
Paco detesta la prepotencia. Ha sido y es un hombre sencillo, de pueblo, orgulloso de su origen humilde en un pueblo cántabro de nombre Guarnizo, a menos de un kilómetro de donde yo vivo.
Hace dos meses estuve con él. Fue en el entierro de su hermano Julio. Me sorprendió ver cómo abrazaba y recordaba los nombres y apodos de todos los vecinos y vecinas de su edad que todavía viven en el pueblo.
A Paco no le ha gustado nunca figurar, ni asistir a homenajes. Me imagino lo que le habrá costado a Florentino convencerle para que acepte el merecido cargo que ostenta desde hoy. Porque a él lo que le gusta es pasar desapercibido y llevar una vida tranquila, disfrutando de la familia y de los paseos.
Hace seis meses nos costó traerle a Cantabria para inaugurar una estrella con su nombre en el Paseo de la Fama del santanderino barrio de Tetuán. “¡Qué poco me gustan estas cosas Revilluca!”, me decía mientras cientos de personas le aplaudían.
En otra ocasión, viendo con él un partido de fútbol por televisión y ante tanto jugador tatuado hasta en las orejas, le pregunté si él decoraría su cuerpo de ese modo en el caso de estar hoy en activo. Se echó a reír y me contestó: “Por favor, no jodas, que yo soy de Guarnizo”.
Creo que sobran las razones para felicitar al Real Madrid por su acierto al nombrar Presidente de Honor a quien más gloria le ha brindado, junto a Di Stéfano.
Y mi enhorabuena más cariñosa a Paco. Nadie mejor para representar de manera honorífica al club en el que fue titular durante 17 años. Los paisanos de esta tierra donde naciste, y a la que adoras, nos sentimos orgullosos de que seas uno de los nuestros.