AS (Catalunya)

Mano de hierro, guante de seda

La contundenc­ia de Paulinho y la solidez del equipo permiten un póquer de Messi ● El Eibar se desmoronó a partir de un penalti discutible

- SANTI GIMÉNEZ

Cuidado con este Barcelona que Valverde ha convertido en una orquesta que alterna la percusión de Paulinho con los solos de violín de un Leo Messi descomunal. Un equipo que ha hecho de la necesidad virtud. Un conjunto que sabe sufrir y que planta cara a las adversidad­es con la humildad del que espera reivindica­rse, pero que cuando le toca repartir guantazos, es imparable. Un boxeador que aguanta los asaltos de tanteo con dignidad sabiendo que cuando lleguen los lances decisivos es imparable.

Una filosofía que se resumiría en dos nombres: el hierro de un Paulinho, que está para sacar las castañas del fuego en los peores momentos y que luego pasa los trastos al mejor jugador del mundo, Leo Messi, que está en un estado de forma desatado. Messi liquida a cualquiera y que lleva nueve goles en cinco jornadas sin contar cuatro disparos al palo. Bajo esta premisa el Barcelona goleó al Eibar por 6-1, un resultado que no refleja la diferencia de juego entre ambos equipos y que estuvo marcado por un penalti más que discutible que abrió la lata. No obstante, un 6-1 retrata más la calidad de los jugadores que la circunstan­cia del juego. Ante Messi, no hay tregua.

Marcó seis goles el Barça el día que dejó Valverde a Suárez en el banquillo, detalle que se les va a pasar a muchos por alto. Esa decisión, impensable hace tan sólo unos meses (y más tras la pérdida por lesión de la tercera pata del nuevo tridente con la lesión de Dembélé) ofreció un cóctel confuso pero muy guerrero.

Está claro que el Barça ha perdido dominio de la situación y autoridad, pero por contra el equipo de Valverde ha ganado toneladas de solidarida­d y de paciencia. Es capaz este Barcelona de aguantar los envites de un Eibar valiente que en diez minutos se estrelló dos veces ante Ter Stegen para luego esperar su momento y saber matar al rival a la mínima ocasión bajo una receta letal que se basa en una mezcla de fuerza y talento que aprovecha cualquier oportunida­d para aplastar al contrario.

Y la primera ocasión para el Barcelona llegó tras una decisión errónea del colegiado, que concedió un penalti al Barça que Messi convirtió en gol. El equipo local, que supo aguantar los golpes del rival, se vio favorecido por la fortuna, vio sangre y ya no perdonó. Paulinho remató la faena del argentino en un remate brutal a saque de esquina de Denis asegurando una primera parte en la que el equipo vasco no mereció tanto castigo. El brasileño ha pasado de sospechoso a emblema.

En la segunda parte, el Barcelona se aprovechó de la valentía del Eibar planteando una estrategia en la que cada jugador defendió su parcela de campo como si fuera una trinchera y fiando las contras al talento de un Messi sensaciona­l que marcó la diferencia asociándos­e con todo lo que se movía a su alrededor.

Tras el gol de Denis que suponía el 3-0, el Eibar siguió trabajando duro y obtuvo su premio con el tanto de Enrich, pero a partir de ahí, el partido se rompió y la pradera del Camp Nou se convirtió en el territorio de caza de Messi, que destrozó al equipo vasco con una efectivida­d descomunal. Mientras el resto de compañeros aguantaban el andamio, el argentino pintaba la Capilla Sixtina demostrand­o que este nuevo Barça tiene percusioni­stas que logran que el mejor solista del mundo pueda lucirse en los momentos clave. Paulinhos de hierro y Messi de seda bajo el mando de un técnico sin complejos.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain