Vitolo sube la temperatura del Sevilla-Las Palmas
Partido enrarecido en el Pizjuán
Vitolo jugó 177 partidos oficiales en sus cuatro temporadas en el Sevilla. Desde la primera, en la que jugó una memorable final de la Europa League ante el Benfica, se convirtió en ídolo para el sevillismo. Fino, potente, humilde, no dio un problema. Jugó mucho al fútbol, ganó tres títulos y llegó a siete finales. Tanto le querían por Nervión, que el precipitado anuncio de su renovación del presidente José Castro y su marcha clandestina a Madrid horas después para cerrar su acuerdo con el Atlético, con Las Palmas de puente, dolió mucho en la parte sevillista de la ciudad. Hoy Vitolo regresa a la que ya no es su casa y, pese a que lo dio todo y más, lo hace con el ambiente enrarecido.
Además, las relaciones entre clubes se han agriado. El partido, que en otras circunstancias sería uno más de la jornada cinco, tiene picante. También, fútbol. A Berizzo se le han cuestionado las rotaciones, pero ya ha utilizado a sus 25 futbolistas (en Girona debutó Carole y reapareció el Mudo Vázquez) y los resultados le están dando la razón. Las Palmas también ha arrancado. Hoy no tiene a Halilovic ni a Rémy, pero sí Vieira, Tana, Vitolo y Calleri.