La película ‘Bernabéu’: pura emoción para el madridismo
Desde el viernes se proyecta en las salas de cine en España
La película ‘Bernabéu’ se estrenó el pasado viernes en diferentes salas de cine en Madrid, Guadalajara, Alicante, Bilbao y Zaragoza. Un precioso documental. De obligado visionado para todo madridista. Un relato biográfico que además aporta una visión certera de lo que ha cambiado el fútbol y los usos y costumbres de la sociedad española.
La lupa documentalista de Ignacio Salazar-Simpson y la narración en off de
Luis Callejo dejan al espectador ese contraste nostálgico. El del fútbol de ayer y el del negocio de hoy.
Por eso es apta para veteranos y noveles. Esta radiografía de 75 minutos presenta a don Santiago en estado puro. El que plantó cara al fundador de La Legión, Millán Astray, y que no volvió a aparecer por el palco del Bernabéu por más que Franco insistiera. El que accedió a la presidencia (“sin tener dinero ni formar parte de la aristocracia”, destacan en la cinta) diciéndole a su mujer: “Tranquila, en un año me echan”. El que captó al vuelo la genial idea que tuvieron los periodistas del L’Équipe Gabriel Hanot y Jacques Ferran para fundar la Copa de Europa. El que fichaba a los mejores sólo con mirarles la cara. “A una persona bastaba con verle la ‘jeta’ para saber de qué iba”, decía Berbabéu. El que se rodeó de los mejores fuera del campo: Raimundo Saporta, Antonio Calderón, Agustín Domínguez y Francisco Muñoz Lusarreta. El que fue más listo y supo quitarle al Barça a Molowny y a Di Stéfano. El de las ‘santiaguinas’. El que se refugiaba en el mar de Santa Pola atormentado por el devenir de un vestuario sin ese espíritu amateur tras la gloria y fama de las 5 Copas de Europa.
Y el de sus sombras, como todos los humanos. Primero los árboles, luego los animales y por último las personas le gustaba decir. “El mayor tumor del Madrid es su afición”, explotó un día tras los pitos. El que tenía fama de autoritario y al que llegaron a acusar de enriquecerse con el club. “Eso lo dijo algún hombre que no conoció a su madre”, replicaba a un periodista de la época. El que multó a Di Stéfano por protagonizar un anuncio de medias de mujer. Y el que decía a su esposa: “María, voy a palmar y no voy a ver la Séptima”. Tras su legado han llegado seis más. Pero 39 años después de su muerte lo que asombra, y parece de ciencia ficción, es que pudiera acceder a la presidencia sin ser millonario (en la actualidad hay que tener 20 años de antigüedad y un aval de 80 millones de euros). Y se marchó sin serlo: 300 pesetas en su cuenta...
En cartel Se proyecta en Madrid, Guadalajara, Alicante, Bilbao y Zaragoza
Presidencia Le dijo a su mujer al llegar: “Tranquila, en un año me echan”