El Mirandés destapa las miserias del Zaragoza
Cuarta derrota en La Romareda del equipo aragonés
Decididamente, el Mirandés es la bestia negra del Real Zaragoza en este ya penoso periodo de tres años en Segunda División, un desierto que no tiene visos de acabarse nunca. En sus tres visitas a La Romareda, el equipo burgalés se ha llevado un empate y dos triunfos, este último merecidísimo, y ha jugado siempre sin complejos y con una autoridad sobresaliente. Todo lo contrario que el Zaragoza, incapaz de hacerse fuerte en su casa y que sigue sin salir de pobre, desperdiciando ocasiones para reengancharse a la cabeza. Aunque está a tres puntos de la promoción, se encuentra muy lejos de ser un aspirante, incluso, al playoff.
Todo el partido fue un suplicio para el Zaragoza, siempre incómodo ante la presión asfixiante y muy adelantada del Mirandés, un ejercicio colectivo que desarboló a Diamanka, Erik Morán y Dorca en la medular, y permitió al conjunto de Terrazas llevar siempre la iniciativa y dar varios sustos desde el pitido inicial.
Los problemas crecieron para el Zaragoza cuando un despeje de puños de Bono lo aprovechó Eguaras para firmar el gol de la jornada. Fue una impresionante volea de zurda desde 20 metros que se alojó en las mallas con toda la violencia del mundo. Un golazo.
Pero el fútbol es, sobre todo, acierto y el equipo aragonés se encontró con el empate cuando menos lo esperaba. A cuatro minutos del descanso, Pedro sirvió a Ángel y éste batió a Raúl Fernández con su zurda. Un gol providencial que igualó un par tido que el Mirandés había dominado de calle.
Con lo que ya no pudo el Zaragoza es con el 1-2 de Álex García, un gol que le hizo justicia al Mirandés y al fútbol.