Siete ‘grandes’ que son nueve para él
Fue desposeído de dos por dopaje
La capacidad de resistencia de Alberto Contador se puso a prueba muy pronto. Cuando en mayo de 2004, con 21 años, sufrió un ictus en mitad de una etapa de la Vuelta a Asturias. Una cicatriz en un parietal le ha recordado durante toda su carrera la intervención quirúrgica que le alejó de la muerte en el Ramón y Cajal, cuando le detectaron un cavernoma, una malformación congénita. Le había fichado Manolo Saiz para la ONCE, equipo del que salió indemne tras la Operación Puerto. Johan Bruyneel se lo llevó al Astana y en 2007, ya como Discovery Channel, llegó el primer Tour para el madrileño. Sus ataques al danés Rasmussen en el Peyresourde dejaron a las claras cómo concebía el ciclismo. En 2009, coincidió en el equipo con un Lance Armstrong de vuelta, que no se cansó de ponerle zancadillas... y se llevó su segundo triunfo.
En el palmarés oficial del madrileño figuran dos rondas francesas (2007 y 2009), dos Giros (2008 y 2015) y tres Vueltas (2008, 2012 y 2014). Pero en sus cuentas particulares salen nueve grandes en vez de siete. El TAS le suspendió dos años por su positivo, y encontró como causa más probable “la ingestión de un suplemento alimenticio contaminado” por clembuterol, desechando la teoría del solomillo. Le desposeyó de sus triunfos en el Tour 2010 y el Giro 2011, que él reivindica.