En busca del mediocentro perdido
11 jornadas después, la UD continúa sin paliar la baja de Roque
Muchos tumbos había dado Roque Mesa hasta que Paco Herrera, entrenador de la UD, le dio galones allá por el verano de 2014 para completar un año de pasión desatada con ese gol del mediocentro de Telde que abrió la lata del Zaragoza aquella histórica tarde en Siete Palmas. Había dudas de que el menudo futbolista tuviera recorrido en Primera División. De hecho, era suplente. Con un planteamiento de hormigón armado, Javi Castellano le venía a Herrera como anillo al dedo. Pero los astros se alinearon sobre él y, cobrándose una deuda del pasado, se agarró a su oportunidad y no la soltó jamás. Ocurrió que Javi se lesionó y que, poco después, Setién asumió la dirección del banquillo amarillo con un estilo de juego en el que Roque era la bisagra perfecta. El resto es historia…
Una vez consumado su traspaso al Swansea por 12,5 millones de euros, obligada se vio la UD a buscar ahora sí un sustituto para Roque, frustado su traspaso el curso anterior al Sevilla por las dudas físicas que generaban Hernán y Javi Castellano. Ya sin Roque, había que buscar un faro, alguien que canalizara el sistema insular. “El fútbol no es un juego de correr, sino de pensar”, repite una y otra vez Quique Setién. Y pocos piensan mejor, y más rápido, que Roque.
El club decidió ‘jugársela’ con Hernán y el gemelo, al que renovó por un año, y casi a última hora llegaron Samper y Aquilani. Su cartel era inmejorable. Uno había sido mundialista con Italia y el otro continúa siendo visto en el entorno del Barça como el sustituto de Busquets, y quiere redimirse tras un mal año en Granada. Lesionado al poco de llegar, sigue cogiendo ritmo. Y Las Palmas se desangra sin timón ni timonel.
Bien sea doble pivote, alguna ocasión trivote, muy pocas con un mediocentro, casi todas las pruebas de Márquez y Ayestarán han salido mal. Tampoco ha dado resultado el experimento con Lemos. Así se demostró en el debut, en Valencia (1-0), donde la expulsión de Halilovic marcó un partido en el que la UD alineó al uruguayo junto a Tana, Viera,
Vitolo y Halilovic.
Cerrarse atrás.
Se precisaban cambio de cara a la visita del Atlético, y no pudo salir peor: 1-5 y Fabio y Hernán desarbolados, como el resto del equipo. Desangrada en defensa, tuvo que cerrarse atrás Manolo Márquez, y con Castellano y Aquilani como pareja titular consiguió la UD sus dos únicas victorias, ante Málaga (1-3) y Athletic (1-0). Parecía asentarse Aquilani, que se mantuvo ante el Sevilla con Hernán a su lado, pero la plantilla había entrado en bajada. Ese 1-0 fue el preludio del desastre actual, ejemplificado días después con la derrota por 0-2 ante el Leganés en el regreso de la dupla Javi-Aquilani.
El equipo, ya con Ayestarán, poco pudo hacer ante Barça (3-0) y Celta (2-5) con Hernán y Aquilani. Con Vicente titular había esperanza, pero nada cambió teniendo al lado a Lemos en Villarreal (4-0), a Samper ante el Deportivo (1-3) y a Javi y Aquilani en el Bernabéu (3-0).
Las Palmas no encuentra su faro y Roque Mesa no juega en el Swansea, esquiva la Premier. Y la lluvia, una vez más, atormenta los recuerdos de un pasado mucho mejor.
Pruebas La opción de alinear a Lemos como pivote continúa sin dar resultados
Samper Una inoportuna lesión le ha impedido coger ritmo de juego y ser titular