El Getafe vuela gracias al árbitro y errores del Celta
Penalti riguroso, expulsión severa y polémico gol anulado
EI Celta desarmó al Getafe casi antes de comenzar el duelo. A la primera ocasión, gol. Ni cumplido el minuto dos. Los aficionados del Getafe no habían tenido tiempo de bajar las cartulinas de protesta (“Respect”) en reproche por el trato arbitral cuando Araújo ya había marcado el 0-1.
Luego el Celta se desquició. En parte por el árbitro y otro tanto por sus propios demonios, alimentados por el nerviosismo de verse cerca del descenso. Todo se enredó cuando el árbitro González Fuertes interpretó penalti (36’) de Hugo Mallo a Arambarri. Hugo Mallo se desentiende del balón y contacta levemente con Arambarri. El árbitro lo tuvo claro desde un principio, penalti. La jugada fue chequeada por el VAR y no se rectificó. Como la acción era interpretable, prevaleció el criterio del árbitro de campo. Un penalti de esos que ahora se denominan ‘light’ y que en épocas anteriores se ganaba una censura más recia.
El embrollo fue a más. Acomodaba el balón Mata sobre el punto de penalti cuando el árbitro se fue a por Maxi Gómez y le ametralló a tarjetas: una amarilla, otra más de inmediato y la roja como suma final. Todo ello sin el balón en juego. “Por estar disconforme y aplaudir”, según el acta. Mata lanzó el penalti y marcó. El Celta, sin saber cómo, pasó del 0-1 a verse 1-1 y con un jugador menos.
El partido fue otro pero el Celta no fue a menos. En la última jugada de la primera parte, Mallo marcaría el 1-2. Se lo anularon por fuera de juego. En ninguna de las imágenes ofrecidas se ve claro que exista.
Marcaría Molina el 2-1 a dejada de Mata y el propio Mata haría el 3-1 tras error sonado de Rubén al despejar. Ni rastro había ya en la grada de aquellas cartulinas que al inicio protestaban por el trato arbitral. Acabado el partido, el Celta hizo un comunicado oficial pidiendo “Respeto” a los árbitros.