De Spalletti a Di Francesco, así ha cambiado el Roma

■ Spalletti abandonaba este verano el banquillo del Roma con cierto sinsabor y eso que el técnico había devuelto al equipo giallorosso a la Champions, lo dejaba subcampeón de la Serie A con récord particular de puntos (87) y de goles (90), con Dzeko como máximo goleador, pero sin el cariño de los tifosi. “Ni soy enemigo de Totti

ni soy quien le ha hecho retirarse”, repetía tras escuchar pitos y ser el blanco por la decisión tomada por el mito. No hay duda de que el Roma había crecido con su sello.

Un equipo serio y sereno, con una posesión de balón racional, sin exagerar nada, de rápido repliegue para buscar la contra a partir del 3-4-1-2 o del 4-2-3-1, buscando la verticalidad de Salah, la pegada de Dzeko

y con una presencia importante de Nainggolan. Encajó 38 goles en el campeonato. Tras el adiós de Spalletti, se buscó un paso adelante, otra fórmula y la de Di Francesco conjugaba la vuelta de un ex, campeón del Scudetto 2001, con una apuesta ofensiva, como se había visto en el modesto Sassuolo.

Y en eso está el de Pescara.

Atrevido y sin prejuicios. A diferencia de Spalletti, adelanta bastante la línea defensiva para ayudar al equipo a presionar arriba, a partir de un 4-3-3 utilizando a los dos extremos, Defrel y Perotti, a pierna cambiada para tener salida por dentro.

Di Francesco posee una peligrosa banda izquierda con el propio Perotti, a quien ha devuelto la titularidad, y la llegada de Kolarov, quien además posee un gran disparo. Los roles de Dzeko y de Nainggolan han cambiado un poco. Se aprovecha la fuerza y el ímpetu del segundo, a veces cayendo en banda derecha, para percutir los espacios conduciendo, aunque ahora se filtra menos sin balón. Dzeko, por su parte, trabaja más aislado, mientras antes vivía pegado a Salah.