Lopetegui va fuera y Hierro toma el mando

Rubiales destituyó al técnico guipuzcoano tras reunirse con los jugadores y eligió al malagueño como solución menos traumática

Por orgullo, por principios o por ejemplarizar, Luis Rubiales entró en la crisis de la Selección bisturí en mano: a media mañana destituyó fulminantemente a Julen Lopetegui y a media tarde designó a Fernando Hierro como su sucesor para este Mundial, sin más precisiones de futuro. Así se cerraron 24 horas que han conmocionado el Mundial antes de su inicio.

Rubiales fue rumiando su decisión en el vuelo de Moscú a Krasnodar. En la capital rusa, mientras acudía al Congreso de la FIFA, se merendó con el comunicado del Madrid que anunciaba a Lopetegui como su próximo técnico. Por la noche habló con los capitanes y con Hierro. Entonces ya estaba decidido a despedir a Lopetegui, seguro de que el técnico y el Madrid habían aprovechado su ausencia de Krasnodar para anunciar el acuerdo. Aun así, dejó pasar la noche, habló con miembros de su junta y, por la mañana, de nuevo con Hierro, con los empleados y con los jugadores. A ellos les trasladó su decisión poco después de haberle comunicado a Lopetegui su despido con carácter inmediato. Parte del equipo intentó disuadirle. Otra parte se puso de perfil. “Vamos a ganar igual, pase lo que pase”, fue el mensaje de uno de los futbolistas en el momento de iniciarse la cumbre. También hubo, por otra parte del colectivo, un respaldo firme a su decisión: “Entiendo tu postura”, le dijo Sergio Ramos, capitán y líder del vestuario.

Las consultas se alargaron. La rueda de prensa anunciada desde el día anterior se retrasó hora y media. A las doce, hora española, compareció Rubiales, solo, con Hierro en primera fila del auditorio. El malagueño ya le había dado el sí como relevo de Lopetegui, pero Rubiales prefirió anunciarlo minutos más tarde. “Nos hemos visto obligados a prescindir de Lopetegui”, dijo en tono lacónico y visiblemente demacrado. Luego explicó que

Decisión A Rubiales le molestó que se anunciase cuando él estaba en Moscú

Jugadores Una parte del equipo quiso disuadirle y otra le respaldó