En estado de gracia, Brasil sueña con reivindicarse
Seriedad y trabajo, el mantra que repiten los jugadores
Confianza sin euforia. Así se puede definir el ambiente que respira la selección brasileña y todo su entorno a tres días del debut de la canarinha en el Mundial ante Suiza. Confianza en el trabajo de su entrenador, en la planificación de las últimas tres semanas y en el juego demostrado en el campo durante las dos victorias ante Croacia (2-0) y Austria (0-3). Y una seriedad y concentración absoluta en el objetivo compartido por todos: reivindicarse de la humillación vivida en el Mundial de 2014 ante Alemania en la semifinal.
El ambiente es el mejor posible tras la recuperación de Neymar, que hace tres semanas se presentó en el grupo como una gran incógnita. Jugadores y comisión técnica hablan siempre el mismo idioma, comparten discurso y repiten exhaustivamente el mantra de “seriedad y trabajo” de cara al que es visto por todo el grupo como el Mundial de sus vidas. Hasta la prensa, tan crítica con la selección tras el fracaso de hace cuatro años y la gestión nefasta de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), inmersa en escándalos de corrupción, se ha volcado con Tite y encuentra dificultad para identificar fallos en la gestión de la canarinha desde que Tite asumió el mando del equipo, hace dos años.
“Tite es el entrenador mejor capacitado que la selección ha tenido desde Tele Santana”, afirma Diogo
Olivier, periodista de Zero Hora y Radio Gaúcha, que sigue la carrera del técnico desde los inicios, en el fútbol del Rio Grande do Sul. “Los jugadores le idolatran porque es una persona que habla claro y mirando a los ojos. Y a la vez es un obseso de los números y de las estadísticas de rendimiento. Tite mezcla como nadie intuición y ciencia”, explica Olivier.
En un vestuario lleno de jugadores de altísimo nivel, Tite ha formado un grupo con la alegría brasileña y la concentración europea.
Volcados La confianza en la labor de Tite es unánime entre los jugadores
Equilibrio Tite mezcla como nadie la intuición con la ciencia en el vestuario