Juanan Morales “Quiero más partidos para mi afición, no reducir la ACB”

Juanan Morales (18/04/69) llegó de Bilbao con 14 años para jugar en el Joventut. Tras doce temporadas en la Penya, donde lo ganó todo, tuvo que irse: Real Madrid, Baskonia, PAOK, Panionios, Rimini y Olympiacos. Se retiró con 34 y 14 años después es el nuevo presidente

¿Le ha dejado Jordi Villacampa un relevo envenenado por la deuda del club?

—En absoluto. Es cierto que empezamos cada temporada con un saldo negativo de 500.000 euros, pero todo está bien encaminado. —¿Es el mayor reto de su vida?

—No, ése fue irme de mi casa a 600 kilómetros con 14 años. El de ahora es uno nuevo donde hay mucha piedra que picar para conseguir estabilidad: hacer apuestas estratégicas y no sólo tácticas; es decir, no pensar solo en el mañana sino hacia dónde queremos ir. —El Joventut es una SAD, ¿le valdrá su experiencia como empresario? —A nivel de gestión somos una PIME (Pequeña y Mediana Empresa) con un balance de cuatro millones de euros. Hay que gestionarla como tal: controlar el gasto absoluto y la venta, porque tenemos que vender. —¿Jugadores?

—Básicamente vendemos patrocinio y asientos. Evidentemente, hay ingresos extra, que pueden ser por la venta de un jugador. —¿Se lo va a poner difícil a los compradores?

—Los que quieran comprar mis jugadores que vengan a hablar conmigo. Eso la Penya lo ha hecho muy bien, le ha aguantado pulsos al Madrid y al Barça en el tanteo. Nosotros somos pobres, pero también un poco chulos. Sé que al final me los van a comprar, pero lucharé por ellos. —¿Es posible ganar títulos siendo un club vendedor? —Pongo el ejemplo de Vives. Hace una buena temporada con el primer equipo y tiene una buena oferta del Valencia. Ya sé que no podré tenerlo diez años, pero si imaginamos un equipo con él, Suárez, Abalde... ¿No sería posible que ese equipo, con un par de refuerzos del talento que no generamos, y con Dimitrijevic a la sombra de Vives, estuviese peleando por entrar en el playoff? Eso es lo primero que tenemos que intentar. —¿Y cómo lo hará?

—Si a un jugador le estoy dando uno y otro le da diez, no se quedará. Yo no lo haría. Pero si en vez de diez puedo llegar a 7,5 y le ofrezco más minutos, crecimiento... Cuando lo venda tres años después y consolidado en la Selección, eso me va a dar más dinero. Si van saliendo jugadores y los podemos retener, iremos creciendo en la filosofía de la Penya. El crecimiento deportivo no va a pasar por fichar mucho. —¿No le importan los títulos?

—Me encantan, pero para mí el triunfo es ver a chavales de cantera jugando. Cuando veo a Mumbrú, Norel, Rudy ... Eso somos nosotros. —¿Qué tal su relación con la ACB?

—Soy prudente en el sentido de que, a pesar de que ya estaba en el club, los temas de la ACB los llevaba Villacampa. De momento quiero escuchar y analizar. —Pero tendrá alguna opinión. —No reduciría el número de equipos. Yo quiero que mis aficionados vean más partidos. Dicho esto, entiendo los condicionantes de los equipos que juegan competiciones europeas, no solo la Euroliga. Hay que buscar un punto de encuentro entre todos. —¿Será fácil?

—-No lo sé. Cada uno debe ceder en algo. La ACB es una buena Liga y no podemos cargárnosla. Es mi opinión personal. Como club pienso que es importante que la ACB siga siendo una liga potente y que haya equipos suficientes para mantenerla. Si tiene que haber playoff a tres, cinco, siete partidos... lo veremos. Es con diálogo cómo se arreglan los detalles.

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¿Dónde puede estar la solución al problema? —En un punto de encuentro. Debo ser capaz de entender a los equipos con unas necesidades diferentes a las mías y ellos tienen que entenderme a mí. Nadie va a lograr el cien por cien de lo que pretende. Eso es pactar, lo otro es rendirse. Me gusta ser un tipo cordial y afable en el trato, ahora bien, cuando quieren tocar algo mío lo defiendo siempre. Eso lo tengo claro.

Somos pobres, pero también un poco chulos”

Nuestro crecimiento no pasa por fichar mucho”

No nos podemos cargar la ACB: debe ser potente”