Se confirmó la primera impresión

En una jugada normal, en el transcurso del Valencia-Barça, se observa cómo Iniesta, en la disputa de un balón, es golpeado en la parte externa de su pierna derecha por Enzo Pérez, provocando una hiperextensión de rodilla, con el pie totalmente en apoyo forzado. El jugador manchego nota un fuerte dolor y automáticamente pide el cambio. Cuando hay una lesión importante, ya lo hemos dicho muchas veces, el jugador es consciente de ello, y no se mueve mucho, no da vueltas constantemente, sino que se queda quieto. Y cuando sale del terreno de juego en camilla, llora más por la rabia por el percance sufrido que por el dolor.

El primer parte de los servicios médicos del Barcelona indicaba la existencia de una lesión parcial del ligamento lateral externo y una posible rotura de la cápsula posterior. Ese diagnóstico se confirmó después en la Ciudad Condal tras hacer los estudios radiológicos adecuados y su correspondiente resonancia magnética. La buena noticia es que no había afectación en la cápsula posterior.

En las imágenes que nos ofreció la televisión no daba la sensación de lesión importante del ligamento lateral externo, pero al existir esa hiperextension había que ver si había lesión en el interior de la rodilla, si el ligamento cruzado posterior estaba afectado y si con el paso de las horas había hemartros o no. Es decir presencia de sangre dentro de la rodilla. Al final todo se queda sólo, y afortunadamente, en una lesión parcial del ligamento lateral externo que le tendrá alejado de los terrenos de juego alrededor de dos meses.