“Esta manera de decir adiós es un sueño para cualquier ciclista” Contador
Un día muy especial. —Han sido tres semanas increíbles y un final mágico. La entrada en Madrid
(el pelotón tuvo el gesto de dejarle entrar en solitario mientras él iba a saludando al público)
es el sueño de cualquier ciclista. Todo el día en general ha sido precioso. —¿Se le ha escapado alguna lágrima?
—Quizá más en el Angliru porque fue la despedida soñada, lo máximo. Terminar mi carrera con una victoria en un puerto mítico, con mal tiempo… Me siento muy afortunado de este adiós, de esta carrera en la que no me he guardado nada, corriendo agresivo como a mí me gusta. —¿Qué siente uno cuando ve cómo la gente de todos los pueblos por los que ha pasado le da tanto cariño? —Pues pienso… ¡qué he hecho yo para merecer algo tan
bueno! (Una constante de toda la Vuelta ha sido cientos de personas rodeando al autobús del equipo Trek coreando su nombre, y numerosas pancartas de apoyo en las carreteras. Ayer, en el centro de la capital, se acrecentó aún más). Y lo que se me viene a la cabeza es que he tomado la decisión acertada poniendo punto final en la Vuelta, en la carrera de casa. No podía haberlo hecho mejor. Y eso que físicamente me siento bien, pero era el momento y la forma. Ahora hay que dejar paso a otros ciclistas que vienen por detrás. A mí ahora me toca disfrutar de otras cosas. En la retirada he tenido yo la última palabra y creo que soy muy afortunado. —¿Cuál diría que ha sido su mejor momento y cuál el peor? —El mejor, podría decir esta despedida. Y el peor… creo que soy una persona que se queda con lo positivo y borra lo negativo. Es algo que me va bien, porque así consigo ser más feliz. —¿En qué va a dedicar su tiempo a partir de ahora, con la bici colgada? —Creo que voy a estar ocupado, pero sin la esclavitud que conlleva este deporte. Voy a estar vinculado al ciclismo por medio de la Fundación, donde vamos a seguir aportando nuestro granito de arena, tanto en la alta competición, ya que vamos a dar el salto a categoría continental, como con la base. Y, por otra parte, vamos a seguir colaborando en otra faceta como es dar visibilidad a la lucha contra el ictus, una enfermedad que afecta a muchas personas. —¿Y no volverá a coger la bicicleta?
—Pues la tendré que coger porque ya me están haciendo bromas de que voy a empezar a ponerme fondón, que la ropa no me va a valer… Pero con calma. —¿Cree que con su retirada se cierra una página de la historia de este deporte? —No lo sé, lo único que sí puedo afirmar es que lo he dado todo siempre, ¡el máximo! Y que, lo que he hecho, lo he hecho siempre de una forma honesta y de todo corazón. Creo que todo el cariño que he recibido estos últimos días y a lo largo de mi carrera es porque la gente se ha quedado con eso.
Gran colofón “Han sido tres semanas increíbles y un final mágico en esta Vuelta”