VEREDICTO
★★★
Como la mayoría de coupés, el Mustang no se compra con la cabeza, sino con el corazón. La parte buena es que se trata de un capricho con un precio muy razonable.
Como la mayoría de coupés, el Mustang no se compra con la cabeza, sino con el corazón. La parte buena es que se trata de un capricho con un precio muy razonable.