Qué dice el experto
Carlos Lluch, director técnico de la correduría de seguros Lluch&Juelich
“A la hora de elegir un seguro, la relación coste anual de la póliza/indemnización en caso de siniestro total no lo es todo. También debes considerar la capacidad de tu economía para rehacerse de la posibilidad de tener que reparar tu vehículo tras un accidente o, incluso, de si te puedes permitir la pérdida total del coche sin que nadie te indemnice. Contratando un todo riesgo -con o sin franquicia- nunca tendrás que enfrentarte a estos problemas; algo que puedes tener que hacer si optas por una póliza a terceros. En el peor de los casos, y si contrataste un a terceros, podría ocurrir que, si financiaste el vehículo, tengas que seguir abonando las cuotas mensuales mucho después de que este haya sido declarado siniestro total.
Además, debes tener en cuenta el servicio que te ofrece ese vehículo: por ejemplo, si vives en una zona mal comunicada, el quedarte sin coche -por no haberlo podido reparar por tu cuenta al haber contratado un seguro a terceros- será un problema mayor que si vives en una zona bien comunicada.
Una última consideración viene dada por el modelo del vehículo: y es que si se trata de un modelo antiguo o poco común, puede interesarte mantener un seguro de mayor cobertura para ahorrarte problemas... y dinero. ¿Un ejemplo? En los vehículos de más de 15 años, es muy habitual que sus recambios sólo puedas solicitárselos a su fabricante; y el precio de los mismos puede superar fácilmente la diferencia, por ejemplo, entre una póliza a todo riesgo con franquicia y una a terceros -con la primera, el coste del recambio lo asumirá tu aseguradora-”.