OBJETO DE DESEO.
La segunda generación del BMW X4 quiere demostrar que no sólo es un SUV de aspecto cupé, sino que es capaz de ofrecer calidad y espacio en el mismo envoltorio. Para comprobarlo, nada mejor que enfrentarlo a dos de los todocamino más equilibrados de la actualidad, los Mercedes GLC y Volvo XC60. Todos ellos con 4x4 y cambio automático.