La Orbea más rápida
PROBAMOS LA ORCA AERO
Siempre habíamos asociado el modelo más icónico de la firma de Mallabia a esa bici escaladora con la que antes los ciclistas de Euskaltel y en estos últimos años los de Cofidis encaraban las grandes cumbres de carreras como el Tour o la Vuelta. Ello a pesar de que Orbea siempre había incluido en la lectura de sus modelos alusiones a la aerodinámica como tijas de sillín perfiladas, tubos que se ceñían a las ruedas lo máximo posible para aunar la interacción del viento -hoy en día parece que es más efectivo lo contrarioo cables de cambio pegados al cuadro cuando aún se guiaban estos por el exterior del tubo diagonal. Pequeños detalles pero nunca una apuesta clara por la aerodinámica, hasta ahora que la marca vasca ha decidido desdoblar su bici estrella en dos opciones: la convencional que ha sido referente de la gama 2017 y esta nueva opción Aero que nos presentaron hace unos meses. Una bici que nace sin medias tintas para postularse entre las referencias del segmento, al menos ese es el sabor de boca que nos ha
quedado tras exprimirla por nuestras carreteras habituales. Estamos frente a una máquina que cobra vida por encima de los 35 km/h. Hasta llegar ahí podemos percibir su solidez, el tacto directo de cuadro y ruedas, o esos gramos de más con que sus generosos tubos penalizan la báscula. Sin embargo, es cuando decidimos apretar fuerte cuando empezamos a disfrutar plenamente de una bici que pide más. Una pena haberla probado estos meses y no en la primavera con un mejor estado de forma, ya que nos queda la sensación de no haber sacado ni una mínima parte de lo que puede dar. En el debe de Orbea con este modelo hemos de criticar el ya mencionado aspecto del peso, más de 8 kg en orden de marcha, que limita el rendimiento puro en recorridos de alta montaña, algo que se podría optimizar con unas ruedas menos radicales. Es el único punto negativo que hemos podido encontrar en una bici que ante todo es efectividad. Si Orbea consigue acotar este parámetro, seguramente dejará de tener sentido tener en su catálogo una Orca escaladora.