EL JOVEN NAPOLEÓN
SU NOMBRE REAL FUE NABULIONE DI BUONARTE, y nació el 15 de agosto de 1769 en la bella isla de Córcega, poco después de que Francia la conquistara por las armas. De hecho, su padre, Giuseppe Maria Buonaparte, fue un noble corso que sirvió durante años como secretario de Pasquale Paoli, gobernante de la autodenominada República de Córcega, un nuevo estado que se proclamó independiente de la República de Génova y que dirigió hasta que fue absorbido por Francia. No tardó el padre del futuro emperador en cambiar de bando y aliarse con los franceses. De Génova era, precisamente, Maria Letizia Ramolino, la madre de Napoleón, con la que se había casado Giuseppe Maria el 2 de junio de 1764. Nabulione fue el segundo de los ocho hijos que tuvieron. Desde joven manifestó un carácter tímido y algo huraño, pero también dominante. No le interesaban demasiado los estudios, a excepción de las matemáticas, pero sí le gustaba la lectura. En 1778, sus padres consiguieron una beca para que tanto el joven Nabulione, de apenas nueve años, como su hermano José, pudiesen estudiar en Francia, en la escuela preparatoria de Autum. Aquí aprendió francés, aunque durante años mantuvo un fuerte acento italiano, y se cambió el nombre por Napoleón. Un año después, en 1779, fue transferido a la escuela militar de Brienne, donde sufrió el desprecio y las burlas de sus compañeros. Pero con el paso del tiempo, se acabó ganando el respeto, sobre todo porque demostró una sagacidad tremenda para la estrategia militar, que le llevó a graduarse con honores en la Escuela Militar de París. Apenas tenía veinte años cuando estalló la revolución en 1789. En aquel entonces era oficial de artillería, pero fue ascendiendo en el escalafón militar con una rapidez pasmosa. En 1796 ya era comandante del ejército francés en Italia.