EL SUDOR INGLÉS
La gripe española no fue la única enfermedad que sintió predilección por lo jóvenes. La “Enfermedad Inglesa del Sudor”, “pestis sudorosa” o “sudor anglicus”, afectaba principalmente a jóvenes de género masculino con buena salud y de posición social alta, y podía ser causada por la falta de higiene típica de la época y por la acumulación de las aguas residuales.
El primer caso conocido se produjo en 1485, en un barco de transporte militar. Allí, las tropas infectadas del Duque de Richmond se encargaron de propagar la enfermedad por Inglaterra. La misma destacaba por causar un sudor excesivo (de ahí el nombre), fiebres , debilidad y dolor muscular, cefaleas, mareos, entre otros síntomas, como los padecidos por un virus gripal, y por ser de muy corta duración: lo habitual era morir a las pocas horas de mostrar los primeros síntomas. Y, si se superaba el primer día, tenía muchas posibilidades de recuperarse de forma repentina.
A diferencia de otras enfermedades de este tipo, no se extendió fuera del país hasta un nuevo brote (hubo otros en 1502, 1507 y 1517) en 1528, que afectó en primer lugar a Francia y Alemania, extendiéndose por Bélgica, Suiza, Lituania, Noruega y otros países, hasta alcanzar a Turquía por los soldados de sudáis, que tenían asediada Viena.