PUNTOS CRUCIALES AL DAR AYUDA
AYUDAS CON LAS RIENDAS.
No es difícil dar ayudas precisas claramente comprensibles para el caballo cuando se monta con una sola mano, sólo hay que acostumbrarse un poco. Para mandar señales con una sola rienda debe mover el dedo meñique o el anular. Para describir giros, dé ayudas con toda la mano: si quiere torcer a la derecha, gire la mano de tal forma que vea las uñas de los dedos La rienda derecha actúa hacia arriba en la boca de su compañero; eso es señal de desplazamiento lateral para el caballo y le anima a girar. A su vez la rienda izquierda cede; así el caballo puede estirar su lado izquierdo. Al torcer a la izquierda gire su mano como si fuera a mirar el reloj
Consejo: tenga en cuenta que el caballo gira en la dirección de la rienda que está más alta o bien evita la presión de la rienda exterior en el cuello.
(F). AYUDAS DADAS CON EL ASIENTO. (E).
En general los jinetes deben dar la mayor parte de las ayudas a través del asiento, sobre todo cuando llevan las riendas con una sola mano. Entonces la pelvis se convierte en su central de mando. Por ejemplo, puede respaldar la transición a marchas más lentas espirando de forma consciente. Acostúmbrese también a iniciar los giros mediante desplazamientos del peso. Mire hacia el punto a donde quiere encaminarse, los hombros seguirán automáticamente a la mirada.
Consejo: piense en la imagen de un centauro.
LOS HOMBROS, PUNTO CRUCIAL.
Tiene que prestar especial atención a sus hombros. Por ejemplo, si sostiene las riendas con la derecha, resulta difícil girar hacia la izquierda porque, como la mano derecha está casi fija, el tronco no gira tan fácilmente acompañando el movimiento del caballo. Los hombros y la pelvis se tuercen Y al llevar las riendas con la izquierda resulta más difícil girar hacia la derecha.
Consejo: lleve la mano sin rienda como si montara con ambas manos.
(G).
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E
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