AZAHAR Y ROSAS PARA MIMAR LA PIEL
Adolfo Domínguez lanza una gama de cuidado corporal que hidrata y nutre la piel, sin parabenos y con ingredientes naturales.
Si Adolfo Domínguez ha impreso en sus fragancias su propio universo, un espíritu audaz y el deseo de hacer perfumes imborrables con el paso del tiempo, lo mismo ha hecho con su nueva gama de cuidado corporal. Una línea de cuerpo y baño en la que la naturaleza cobra un protagonismo especial mediante la simpleza de líneas de los diseños y la selección de ingredientes naturales.
La Rosa de Bulgaria y la flor de Azahar son las protagonistas de este viaje: flores preciadas por su poder calmante y purificante. Una nueva forma de perfumarse y cuidar la piel con productos testados dermatológicamente, sin parabenos ni substancias genéticamente modificadas. El Agua Bio (destilada con los más preciados aceites naturales, libres de minerales y de sales) es uno de los ingredientes clave de esta nueva fórmula. Cuenta, además, con extracto de miel nutriendo la piel gracias a los oligosacáridos, ácidos orgánicos y aminoácidos que contiene.
La naturaleza es fuente de vida y el origen de las poderosas vitaminas (E y provitamina B5) que proporcionan a esta nueva gama de cuidado corporal todo su poder nutritivo. Esta línea enlaza con las fragancias clásicas de la firma. Dos décadas después de su nacimiento, la atemporalidad de Agua Fresca de Rosas perdura gracias a su autenticidad. Al Agua Fresca de Rosas y al Agua Fresca de Rosas Blancas, Adolfo Domínguez suma otra fragancia: Agua Fresca de Azahar. La modelo Eugenia Silva representa la seducción, la delicadeza, el romanticismo y la vitalidad.