TOM HANKS
No ha sido en balde que, de todas las pasiones que podía desarrollar el niño mimado de Hollywood, él eligiera la más ‘vintage’: coleccionar máquinas de escribir, reliquia de la que guarda 250 piezas y que le ha inspirado para dar el salto a la literatura. Su criatura ‘Tipos singulares’ (Roca Editorial) consta de 17 cuentos; en todos ellos una máquina tiene un ‘cameo’ estelar. AL PIE DE LA LETRA «Escribía en los hoteles mientras rodaba en Nueva York, Berlín o Budapest. Y seguía en mis vacaciones, en los aviones, en casa y en la oficina», recuerda.