“Está bien que los rivales nos copien, eso te pone en alerta”
ale, en el año 2000 estábamos un poco acongojados con el cambio de milenio, que vaticinaba colapsos informáticos y demás plagas bíblicas. Pero al final no ocurrió nada, todo fue bastante anodino. Lo realmente extraordinario de ese año aconteció en un rincón al norte de la península: el equipo de fútbol de A Coruña ganaba la primera Liga de su historia centenaria, algo impensable en el fútbol actual, dominado por tatuajes, agentes todopoderosos, jeques…. y donde ganan los de siempre.
Hace 17 años encontramos también otra historia de fútbol auténtico, alejada de las grandes figuras. El protagonista es Javier Sánchez Bro
to, portero profesional en equipos como el Real Zaragoza y el Villarreal, que enfilaba en Escocia la recta final de su carrera. Fue allí, mientras jugaba en el mítico Celtic de Glasgow, cuando decidió montar un negocio de venta de material deportivo para guardametas, una vez comprobó lo difícil que era encontrar este tipo de productos. “El proyecto nació con
Vuna página web y un punto de venta físico, que iba gestionando con mi familia desde la distancia. La tienda estaba en Zaragoza, tenía unos 30 metros cuadrados, usábamos el baño como probador… Un auténtico antro, pero estoy muy orgulloso de lo que hemos construido con una empresa que nunca ha pedido un crédito y que es un referente nacional y europeo en su mercado”.
Su temprana apuesta por el canal online ha dado sus frutos, hasta el punto que hoy es la principal pata del negocio: “Entendimos que era el futuro y por eso empezamos a vender a través de las dos vías”.
Éste fue el germen de una compañía que el año pasado facturó 12,5 millones de euros y que espera superar los 15 millones en el actual ejercicio, con una red de 14 tiendas (7 de ellas asociadas). Profundicemos ahora en las claves de éxito de un proyecto con el que Sánchez Broto, por cierto, llevó la contraria a un mito como Cruyff.
(Sigue en la pág. 130)