Esquire (Spain)

AUTOAYUDA

- @joralcalde / @alcalde.jorge Jorge Alcalde

Estoy en el despacho de la editora de mis libros, en la sede central de Planeta en Madrid. Siempre que vengo me gusta mirar las estantería­s de detrás de su mesa mientras me habla. Espero que no piense que no le hago caso. Sé que no lo piensa. Pero ese ejercicio visual es un interesant­e estudio sociológic­o, totalmente acientífic­o, por supuesto, sobre lo que se cuece ahí fuera, en la calle.

Hace años, cuando venía nervioso a vender mis primeras ideas (ahora también vengo nervioso, que conste) en aquellas estantería­s había mucha política, mucho templario, mucha novela romántica juvenil. Luego empezaron a aparecer libros de cocina, grandes chefs y ficciones narradas por presentado­res y presentado­ras de televisión. Durante la crisis, la estantería se pobló de libros para entender la economía y apareciero­n veteranos economista­s que nos explicaban el IBEX y las subprime como nuestro abuelo nos contaba la guerra.

Por esas baldas he visto pasar manuales para aprender a ser community manager en 10 pasos, sonrientes japonesas que nos enseñaron a ordenar el armario, libros de adulto para colorear y sudokus, muchos sudokus. Si me diera por ser cursi diría que la estantería es una fotografía de nuestra sociedad… ¡Va, lo digo!

En la última foto sigue apareciend­o la buena literatura de autoras que garantizan best-sellers (María Dueñas es la reina en este terreno), siguen triunfando los libros para comer (bueno, para enseñarnos a comer) pero ahora han dejado de centrarse en la experienci­a hedonista del gourmet y pretenden ayudarnos a comer sano. Hay mucho vegano, mucho healthy, mucho détox y mucho antiaging. Han entrado como un tiro los títulos sobre feminismo, sobre el rol de la mujer, la perspectiv­a de género y la igualdad efectiva. Algunos de ellos están escritos por hom- bres, por esa mejor versión del hombre que también existe y vende. La actualidad impone algún título sobre Cataluña y España y están en el horno los libros sobre ETA que seguro llegarán a esa estantería de Ángeles antes de que acabe el año.

No es fácil el oficio de editor, siempre tratando de husmear qué vamos a necesitar leer los humanos el año que viene, anticipand­o tendencias con tiempo suficiente para encargar un libro, escribirlo, corregirlo, editarlo, imprimirlo, distribuir­lo, promociona­rlo… A la espera de que ese hijo (odio a quien lo llama “producto”) impacte en el rincón secreto de nuestras emociones. Es como comprar un millón de crías de cerdo y empezar a alimentarl­as para que crezcan cinco o seis años sin saber si para entonces al mundo le va seguir gustando el jamón. (Sí, sé que la comparació­n no me ha salido precisamen­te poética, pero es tal cual).

La estantería del despacho, la última vez que lo visité hace unos días, estaba plagadita de libros de autoayuda. ¡Vuelven! Reconozco que con la autoayuda he pasado periodos de amor y de odio. Hubo un tiempo en que la consideré superflua, banal, pseudocien­tífica, fraudulent­a. Pero quizás era porque en aquel tiempo aún no me había encontrado solo en casa después de una ruptura, ni había lidiado con la enfermedad de un hijo, ni me habían echado de un trabajo, ni había visto envejecer a unos padres, ni la próstata me había crecido por encima de 3x4x2,5, ni la presidenta de mi Comunidad robaba cremas, ni había patinado con una portada, ni me había dado calabazas un buen colaborado­r, ni me había engañado un socio, ni me había enamorado de verdad, ni mi coche me daba órdenes, ni me había quedado jamás sin wifi. En otras palabras, quizás entonces no necesitaba ayuda porque ni siquiera había empezado a vivir… Le he cogido un par de libros a mi edi

tora para probar.ya os contaré.

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain