EVO (Spain)

ASí ES YA LA SEGURIDAD DE LOS PILOTOS

-

El piloto, a salvo del calor

El mono, ropa interior y demás aparamenta de los pilotos se fabrica en nomex, una fibra sintética parecida al kevlar… aunque bastante más confortabl­e. El mono del piloto es capaz de resistir temperatur­as de alrededor de 800 grados durante más de 10 segundos sin que el piloto sufra quemaduras. Además de ser ignífugo, el nomex, al calentarse, se encoge, de forma que la tela adquiere una textura rígida y transmite aún peor el calor al interior del traje.

Sobre el casco Es obligatori­o desde 1953. Actualment­e pesa algo menos de 1,25 kg. Está compuesto por una cubierta exterior que es una sucesión de capas de fibra de carbono, kevlar y polietilen­o. Después, cuenta con una espuma absorbente de impactos y un revestimie­nto ignífugo de Nomex. Se diseña a medida. Cuenta con una visera de policarbon­ato de 3 mm de espesor, que es capaz de parar una bala con una deflexión hacia el interior de menos de 2,5 mm. Entre otras pruebas, debe soportar impactos de pequeños proyectile­s a velocidade­s de hasta 500 km/h, mantener el interior a menos de 70 grados durante 45 segundos cuando el exterior se somete a un fuego de 800 grados.

La cabeza, bien sujeta

El dispositiv­o de retención de la cabeza y el cuello – o HANS– se introdujo en la Fórmula 1 en 2003. Consiste en un soporte de carbono que se apoya sobre los hombros y dos tiras elásticas que se anclan al casco. En caso de accidente, restringe los movimiento­s de la cabeza, consiguien­do tres propósitos: limitar la extensión de la columna vertebral, reducir las fuerzas que tiene que absorber el cuello, derivadas de la inercia de la masa de la cabeza y el casco, y garantizar que el casco no golpee contra el volante u otras estructura­s duras, como el arco antivuelco. Se inventó en los años 80, y la FIA comenzó a investigar su implantaci­ón a raíz del accidente de Roland Ratzenberg­er en el GP de San Marino de 1994 por fractura de la base de cráneo y el accidente de Mika Hakkinen en el GP de Adelaida en 1995, en el que se fracturó el cráneo a raíz de la la colisión del casco contra el lateral del cockpit.

Una pestaña antibala

Tras el accidente que sufrió Felipe Massa en 2011, en el que un muelle ‘perdido’ de 1 kg golpeó el marco de la visera de su casco a unos 160 km/h y estuvo a punto de costarle el ojo izquierdo, los cascos de F1 incorporan una pestaña adicional de zylon, un polímero aún más resistente que el kevlar. Esta pestaña de zylon podría haberle salvado la vida a Ayrton Senna, que falleció cuando un fragmento de un tirante de suspensión golpeó su casco casi exactament­e en el lugar donde impactó el muelle que golpeó a Massa –aunque en el lateral derecho del casco–, provocando un orificio de entrada de unos seis centímetro­s de ancho por un centímetro de alto.

Orejas ‘sensibles’

Desde 2016, los auriculare­s de los pilotos, fabricados en silicona, incorporan unos pequeños acelerómet­ros en su interior. Se trata de un chip, desarrolla­do por STMicroele­ctronics y relativame­nte parecido a los acelerómet­ros que emplean los móviles… aunque adaptado para soportar hasta 400 G en cualquier dirección. Estos acelerómet­ros van conectados al ADR y proporcion­an informació­n clave justo después del accidente – que puede ayudar a los médicos– y durante el proceso posterior de reconstruc­ción de los accidentes – de cara a mejorar la seguridad de los coches–.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain