Preguntas sin respuesta
¿Por qué Santiago Segura habla con giros argentinos pero con acento de España en Las grietas de Jara, si nunca se aclara que su personaje sea español?
¿Por qué extraña tanto a los periodistas españoles que estrellas y cineastas extranjeros prefieran no responder en las entrevistas a preguntas sobre actualidad política?
¿Por qué se mantiene la moda nefasta de saturar las películas con cameos de famosos cuando no hacen otra cosa que desviar la atención del espectador de lo que quiere contar la película? ¿Por qué hay actores que forzados por la presión social acaban desistiendo de interpretar según qué papeles?
¿Por qué no nos extrañaría que algún productor avispado prepare ya una comedia sobre el Monasterio de Flores, en Lugo, que se ha quedado abandonado por las disputas entre las nueve monjas que lo habitaban?
¿Por qué no se echa de menos tanto como hubiera cabido esperar a Emily Blunt en la excelente Sicario: el día del soldado, con Isabela Moner y Catherine Keener? ¿Por qué no hay más films como Pura sangre, que demuestran que el trabajo de un director no depende tanto del presupuesto como de su talento, un guión imaginativo y un buen reparto?
¿Por qué ha pasado tan inadvertido en El rascacielos el protagonismo de Neve Campbell, la que fue imprescindible sex symbol de los años 90?
¿Por qué siguen confundiéndose los cargos de Presidente y de Director General de la Academia de Cine si tienen cometidos distintos y los desempeñan personas diferentes?
¿Por qué Ian McEwan, autor de la novela Chesil Beach, cambia el final en la versión cinematográfica de la que es guionista?