El arma del terror
Los jinetes llevaban máscaras de metal para protegerse en las batallas y asustar al enemigo.
La hipótesis de los arqueólogos cambió en 1990, con el hallazgo de una máscara de hierro, antaño recubierta de chapa de plata, cerca de Kalkriese, al norte de Alemania. Apareció donde dicen que el año nueve después de Cristo los romanos, encabezados por el general Varus, fueron derrotados por el líder germano Arminius. ¿Para qué, si no es para combatir, un guerrero romano se hubiera puesto la careta en aquel lugar?
Esas máscaras ya se conocían antes del mencionado hallazgo, pero se consideraban, sobre todo, ofrendas funerarias o armaduras destinadas a impresionar en los torneos. Los expertos decían que los adornos eran demasiado refinados para la guerra y que en el campo de batalla