I+D en la alta montaña
E-Pasto es el primero de los seis desarrollos tecnológicos que quiere impulsar Agripir, un programa que agrupa a trece socios de ambos lados de los Pirineos.
E-Pasto es el proyecto piloto de Agripir, una iniciativa para el desarrollo de nuevas tecnologías en el sector agropastoral de los
Pirineos, que reúne a trece socios españoles y franceses, y que además impulsa la colaboración entre actores transfronterizos. Agripir se inscribe en el marco del Programa Operativo de Cooperación Territorial España-Francia-Andorra (POCTEFA), que financiará los proyectos, y que tiene una duración prevista de 36 meses.
Por parte española, forman parte del grupo de socios la fundación Loiola Berrikuntza, la sociedad Neiker, que participa la corporación tecnológica Tecnalia, el centro investigador donostiarra VicomtechIK4 y el Institut de Recerca i Tecnologia Agroalimentàries catalán.
Durante sus tres años de duración, Agripir se ha marcado como objetivo desarrollar seis proyectos innovadores que beneficien al sector primario de alta montaña, especialmente dirigidos hacia la actividad ganadera. Una vez establecidas las vallas virtuales como proyecto piloto, los participantes tratan de poner en común ideas para concretar las siguientes iniciativas.
En talleres celebrados en localidades como Toulouse o La Seu d‘Urgell se ha debatido sobre la posibilidad de implementar la robótica en las salas de ordeño de alta montaña. La detección a distancia de la mamitis (infección de las glándulas mamarias) por termografía o medida de la presión arterial permitiría separar automáticamente la leche infectada y diagnosticar precozmente a los animales enfermos. Distintas aplicaciones tecnológicas podrían ayudar a identificar afecciones como la sarna o los pestivirus. Las nuevas tecnologías se abren paso así en otros parajes de alta montaña. Un proyecto inicialmente desarrollado en Les Diablerets, en el cantón suizo de Valais, está poniendo a prueba unos dispositivos instalados en los collares de una docena de ovejas que monitorizan el ritmo
cardiaco de los animales y pueden detectar cuando éstas se encuentran asustadas.
Cuando se acelera el pulso de los animales, lo que podría indicar que están siendo atacados por lobos u otros depredadores, el aparato envía un mensaje SMS al teléfono móvil del pastor.
En simulaciones llevadas a cabo azuzando con perros a las ovejas, se comprobó que el corazón de las mismas saltaba de las 60-80 pulsaciones por minuto en estado de reposo hasta las 225 en el momento del ataque simulado.
El biólogo Jean-Marc Landry, que ha dirigido el experimento, cree posible incorporar al aparato alguna clase de elemento disuasorio no mortal que permita ahuyentar a los lobos, como un repelente o un aerosol, que se activaría automáticamente en el momento de producirse la alerta.
Un sistema similar ha sido desarrollado por el pastor sudafricano Erard Louw, que colocó a sus ovejas collares que detectan el momento en que los animales echan a correr, con el objetivo en este caso de
luchar contra los robos de ganado. Si el animal huye, el collar hace una llamada automática a su teléfono.