Cavernícolas a tiempo parcial
Nuestros antepasados pasaban la mayor parte del tiempo al aire libre recorriendo el mundo.
Lo poco que conocemos de la vida cotidiana de los hombres del Paleolítico lo hemos deducido a partir de pinturas rupestres y hallazgos arqueológicos encontrados en grutas. Pero sería una conclusión errónea dar por sentado que nuestros antepasados regresaban cada anochecer a su rocoso hogar para asar grandes trozos de mamut sobre un cálido fuego chisporroteante. En realidad, si se han encontrado tantos artefactos en cuevas es simplemente porque las grutas ofrecen condiciones óptimas para su conservación.
Pero los investigadores creen que el hombre del Paleolítico podría haber pasado gran parte de su vida cotidiana en movimiento de un sitio para otro, habitando en cuevas, sí, pero como mucho de forma temporal. ¿En qué se basa esta suposición?
En el marco del proyecto Between the Caves, Margaret Conkey y sus colegas buscaron artefactos del Paleolítico en campos roturados del Pirineo francés y, en contra de lo que cabía esperar, encontraron miles de objetos. Estos hallazgos demuestran que nuestros parientes de la Edad de Piedra pasaban la mayor parte del tiempo viviendo como nómadas, siguiendo a las manadas de animales que les servían de alimento. Las tiendas de campaña de pieles de animales y los sencillos refugios que empleaban se descompusieron hace mucho tiempo.