Desastres en oleadas
El número de días en que se producen tornados ha disminuido.
En Estados Unidos, hace 30 años sumaban 150 los días del año en que se producía algún tornado, pero hoy no superan los cien. En 1990 no hubo un solo día en que se produjeran más de 32 tornados en el área analizada; pero en 2011 se contabilizaron seis días. Eso significa que se producen con menos frecuencia durante el año pero, cuando llegan, lo hacen con especial virulencia.
En la última década ha aumentado mucho el número de fenómenos atmosféricos extremos estivales. “Estamos calentando la atmósfera“, explica Dim Coumou, del Instituto de Investigación del Impacto Climático de Potsdam. “Pero el incremento de olas de calor catastróficas en Europa y Estados Unidos nos parece desproporcionado.“
Un motivo podría ser el cambio en los patrones de circulación de las corrientes de aire. Últimamente, cuando las condiciones climáticas son extremas, algunas de esas oleadas se detienen en un lugar determinado y mantienen las altas temperaturas en esa zona durante un tiempo inusualmente largo. Ese atasco quizá se deba al rápido derretimiento del hielo polar. El resultado es la desaparición de la diferencia de temperatura entre el Ártico y otras zonas, lo que impulsa la circulación del aire.
Hoy son raros los tornados aislados.