LOS COCHES VAN EN EL ADN
Decir que los hombres conducimos mejor que las mujeres sería entrar en una guerra de sexos. Aunque haya estudios que así lo sugieran, porque la conectividad en el cerebro es diferente entre hombres y mujeres, y en el nuestro es mejor entre el cerebelo y la parte frontal del cerebro, lo que supone una mayor conexión entre la percepción de los sentidos y la acción. Sin embargo, para explicar por qué nos gustan tanto los coches, la Universidad de Concordia, Montreal, analizó en 2001 con bebés de 12 a 24 meses cómo reaccionaban cuando se les enseñaban fotos. Y los niños preferían las de coches, mientras que las niñas las de muñecas. Y según ese estudio, esa inclinación a una edad tan temprana no puede ser explicada solamente con la influencia social o cultural.