OFICIOS SUBLIMES
La casi bicentenaria manufactura Jaeger-lecoultre nos abre su Taller de Oficios Exclusivos e Inauditos. Es hora de gestar piezas notables.
La manufactura de Jaeger-lecoultre, situada en Le Sentier, es una de las más grandes y completas del valle relojero del Joux. En una superficie de 25.000 metros cuadrados –en la que se han desarrollado más de 1.200 calibres– se ejercen 180 oficios diferentes y, desde enero de 2016, está operativo el Taller de los Oficios Exclusivos e Inauditos, que aglutina una serie de disciplinas hasta entonces dispersas a lo largo y ancho del edificio. Hablamos de 30 personas intercambiando sus respectivos savoir-faire: engastadores, esmaltadores (artistas de la miniatura que han de descansar cada dos horas), grabadores, guilloqueadores (decoradores de movimientos y otros componentes) y artesanos que trabajan el achaflanado (biselado de las minúsculas aristas de las piezas de un reloj), el empedrado (engarce de piedras) o la colocación de pequeños componentes, junto a un batallón de pulidores. Todo un santuario de la alta relojería que perpetúa el objetivo fijado por la colección Hybris Artistica de Jaeger-lecoultre: mantener un diálogo inédito entre los ancestrales oficios de la relojería para obtener piezas excepcionales. En definitiva, una iniciativa que refuerza el vínculo entre maestros y aprendices, y que nos recuerda que la transmisión de conocimientos es una necesidad tan maravillosa y antigua como el mundo.