MUSEO

LA PROTAGONISTA DE

Desayuno con diamantes, Holly Golightly, decía que había días en los que tenía miedo y no sabía por qué. "Cuando me siento así, lo único que me ayuda es subir a un taxi e ir a Tiffany. Me calma los nervios enseguida. Es tan silencioso y soberbio. Allí no puede ocurrir nada malo". Con los museos sucede algo parecido. Y el Museo Nacional Thyssen-bornemisza de Madrid, con sus flamantes primeros 25 años de vida, es uno de esos lugares mágicos donde nada malo puede pasar. Y donde se puede soñar. Evelio Acevedo, su director gerente, añade algo más: "Es un lugar donde a través del arte nos encontramos con nuestros valores y con nuestra historia, repleta de otras muchas historias: de hombres y mujeres humildes y poderosos, reyes y dioses, santos y malvados, historias de amor feliz y trágico. Un cúmulo de personajes, situaciones, emociones con las que nos encontramos identificados;

por fotografía DANIEL ALEA

o pasajes que nos gustaría haber podido protagonizar". Hasta la fecha, 19 millones de visitantes han podido disfrutar de una de las colecciones de pintura más importantes reunidas en el siglo XX y que abarca desde la pintura de los siglos XIII y XIV hasta nuestra época. "Cumplir 25 años no es mucho y te permite pensar más en el futuro que en lo ya hecho", sostiene Acevedo, que sabe bien que los magníficos Durero, Rafael, Tiziano, Rubens, Rembrandt, Caravaggio, Manet, Renoir, Cézanne, Van Gogh, Gauguin, Kandinsky o Picasso nos harán seguir soñando.

por fotografía

"ANTES DE LEER EL GUIÓN, sabía que no podía decir que no a un proyecto como El autor. Si Manuel Martín Cuenca, el mejor director de actores de este país, había adaptado una novela de Javier Cercas junto a Alejandro Hernández… ¿Qué más se puede pedir?". Aunque se quite hierro, es imposible imaginar la esquinada película resultante de ese tándem sin Javier Gutiérrez, la clase de protagonista que captura la imaginación del público desde el primer segundo. "La película tiene un nivel muy alto de riesgo", asegura, "pero también de juego consciente con nuestra realidad. Vivimos cada vez más aislados, compramos y trabajamos sin salir de casa, tenemos amigos, o incluso parejas, a los que no conocemos en persona. Creo que el ser humano siempre ha llevado a un voyeur dentro, pero este contexto no hace sino acrecentarlo. En El autor hemos jugado a llevarlo hasta sus últimas consecuencias, todo ello dentro de un país como España, donde lo más leído siguen siendo las revistas del corazón".

No es el único personaje complicado que nos ha regalado en un año especialmente propicio para él: la serie Vergüenza, dirigida por Juan Cavestany y Álvaro Fernández Armero, le ha permitido colarse en nuestras casas para explotar el ridículo social en todo su esplendor. "Me interesa trabajar, desde un sentido del humor tan desasosegante como el de la serie o la película, con personajes que torpedeen la empatía del espectador", nos cuenta. "En mi carrera he podido hacer todo tipo de personajes, incluso villanos para Hollywood, pero El autor y Vergüenza me han permitido nadar a contracorriente en ese sentido".