Baños de Puritama

DÓNDE: Desierto de Atacama, Chile QUÉ OFRECE: Pruebas de que los oasis existen

· A una altura de casi 3.500 metros sobre el nivel del mar, en uno de los parajes más inhóspitos de la Tierra. ¿Alguien dijo oasis? Seguro que sí, y si no, lo aventuramos nosotros. El desierto de Atacama, en Chile, es la región no polar más seca del mundo; entre los Andes y el Océano Pacífico, abarca más de 100.000 kilómetros cuadrados de árido paisaje, que bien podríamos comparar con un escenario lunar o marciano digno de la ciencia ficción. Por eso, hallarse de repente en los Baños de Puritama, tras una expedición a través de este infierno rojo, debe de parecer un espejismo enfermizo. Pero no, los Baños de Puritama existen. Vaya que si existen. La mitología de estas aguas termales, situadas en el fondo del cañón del mismo nombre, data de siglos atrás, cuando los pueblos atacameños empezaron a transitarlas por sus propiedades minerales y curativas. Las llamaron Puritama. Puri, "agua", Tama, "caliente". Se trata de ocho piscinas naturales, con una temperatura de alrededor de los 33 °C, conocidas por su concentración de sulfato de sodio, ideal para calmar los dolores derivados del reumatismo y la artritis. Pero también hay quien acude, sencillamente, para huir del estrés y de la mundana rutina. La zona conserva el auténtico influjo de lo salvaje, pero está acondicionada con baños, cambiadores y pasarelas de madera, entre otros servicios que hacen la visita mucho más confortable. Para exprimir al máximo las bondades de esta escapada a lo más profundo de Chile, los que conocen el lugar recomiendan redondearla con una estancia en San Pedro de Atacama, que actualmente cuenta con hoteles de gran lujo. Puritama. Agua y fuego. Relax y naturaleza. Zambullirte en estas pozas mientras el desierto impide que nada perturbe la paz es un privilegio de otro mundo.