Ciudad de México por Nieves Álvarez
Nos perdemos en los rincones más emblemáticos de CIUDAD DE MÉXICO. Una explosión de sabor, arte y moda en un recorrido exclusivo de la modelo para HARPER’S BAZA AR. Por Nieves Álvarez
«Una de las cosas que más deseaba era conocer el universo Frida. En la Casa Azul aún se puede respirar la energía y autenticidad de una artista combatiente y entusiasta del amor honesto y las mentes sin prejuicios»
Hay pasiones que tenemos innatas desde nuestra infancia, en mi caso, los viajes son una de ellas y mi profesión, el instrumento perfecto para conocer los lugares más remotos del planeta. Existen ciudades que puedo visitar con asiduidad y que, sin embargo, nunca dejan de sorprenderme como es el caso de México DF. Una parada obligatoria para todo aquel entusiasta de su historia enigmática, su cultura, el arte, la arquitectura y su sabrosa gastronomía. Al ser México un país amante de la moda infantil española, mis viajes a la capital azteca con la marca N+V se han vuelto muy frecuentes. Tanto, que las 13 horas de vuelo se han convertido casi en un puente aéreo y una ocasión perfecta para descubrir nuevos lugares de una ciudad llena de contrastes, perceptibles al dar un paseo por el Zócalo (donde la belleza de la monumental catedral te deja abducido), el Palacio de Bellas Artes, con su imponente estructura de mármol combinado con el bronce de la cúpula, o el Palacio Nacional, cuya arquitectura y decadencia hacen del centro histórico uno de los lugares más mágicos donde saborear el México más auténtico. Así como sus calles abarrotadas de gente y toda la historia que hay detrás, junto con la modernidad de Polanco, el barrio más cool de la ciudad, donde hay infnidad de restaurantes como Cipriani o La Única, que alternan con la zona de compras más exclusiva, en la avenida Presidente Masaryk y el centro comercial Palacio de Hierro. La oferta cultural es tan inmensa como su infernal tráfco, así que es fundamental una buena organización para no pasarte el día entero contemplando la ciudad a través de la ventanilla del coche. De ser así, te aconsejo paciencia y una buena ración de canciones de Alejandro Fernández para ambientar tu trayecto. En Polanco me dediqué a visitar los museos que se albergan en el Bosque de Chapultepec: el MuseoTamayo, el Nacional de Antropología y el Jardín del Agua, en el que tuve la suerte de apreciar el mural de Diego Rivera El agua, origen de la vida. En este último viaje he conseguido descubrir una de las cosas que más deseaba, el universo Frida; pasear por el adoquinado y colorido barrio de Coyoacán y adentrarme en la Casa Azul de Frida Kahlo, donde aún se puede respirar la energía y la autenti- ³
cidad de una artista combatiente y entusiasta del amor honesto y las mentes sin prejuicios. La visita prosiguió con una tradicional comida mexicana en San Ángel Inn, un restaurante enmarcado en un bellísimo edifcio histórico colonial en el que parece que el tiempo se ha detenido. Mi segundo hallazgo fue la Cuadra San Cristóbal de Luis Barragán, donde se encuentra una de sus obras más representativas, la Fuente de los Amantes, en la que aproveché su color y geometría para una magnífca sesión de fotos. Si eres un apasionado de la arquitectura, esta ciudad es un verdadero espectáculo de estilos neoclásicos, coloniales y vanguardistas, que se pueden contemplar en museos como el Soumaya, el Jumex o el MUAC.Todos ellos albergan belleza e inspiración a borbotones y exposiciones que no te puedes perder. La historia de este país es tan apasionante y rica como su gran oferta gastronómica, que podrás degustar en restaurantes como Contramar, mi favorito por su pescado, su marisco y su taco de pulpo, u otros como Rosetta o Máximo Bistrot, dos espacios hogareños que están ubicados en la esquina de Roma Norte y que disponen de una cocina y un trato excelente; sin olvidarme de la dulzura que caracteriza a los mariachis que pasean por la zona encargándose de poner la banda sonora a un día memorable de tequilas y amigos. Si hay algo que tenemos en común con los mexicanos son, sin duda, las eternas y divertidas sobremesas o la pasión por la vida y la festa española que te hace sentir como en casa. La moda también ha tenido cabida en mi viaje, en el que he descubierto tiendas y diseñadores locales. Perderse por el Palacio de Hierro en Polanco es adentrarse en toda una experiencia con las mejores marcas nacionales e internacionales, sin embargo, si lo que buscas es diseño local, Azahar Concept Store es una tienda situada en el propio centro comercial Santa Fe, que reúne frmas de talentosos diseñadores mexicanos como Jesús de la Garsa, Sandra Weil o Paola Saad, cuyas piezas van más allá de un simple accesorio. También encontrarás la colección de mi querida Pepita Serrano, defensora de la cultura y la artesanía local. Esto es solo un pequeño aperitivo de todo lo que este país te puede ofrecer…