De París a Jerusalén
LAS AMBICIOSAS OBRAS DE CARLOS IV EN PRAGA
UN BARRIO NUEVO
No hay duda de que París sirvió de inspiración para la nueva Praga, que se llenó de edificios inspirados en el Gótico flamígero francés. De hecho, la capital checa creció tanto que superó en tamaño al París de la época. Pero Carlos IV urbanizó la Ciudad Nueva (
con otro modelo en mente: quería convertirla en la nueva Jerusalén. Mandó edificar cinco iglesias que, vistas desde el aire, trazaban una gran cruz.
to) ¿UN PUENTE COMESTIBLE?
Los conocimientos de Carlos IV y sus colaboradores sobre la Antigüedad también resultaron útiles. La tradición dice que el mortero del
contiene ingredientes tan extraños como huevos o requesón. No es probable, pero las investigaciones modernas sí han descubierto que se empleó una argamasa de gran calidad, resistente al agua, semejante a la que usaban los romanos y muy inusual en la época.
los Nové Mes- puente de Car- ESTIRPE SAGRADA
Durante su infancia en París, Carlos IV observó cómo la dinastía Capeto glorificaba la figura de su antepasado Luis IX el Santo, con el fin de legitimar su reinado. Él también encargó una capilla espectacular para honrar a san Wenceslao, patrón de Bohemia y ancestro de su familia materna. Así se identificaba como un auténtico soberano checo y se distanciaba de su padre, que había indignado a sus súbditos saqueando la tumba del santo.