Captan energía para crear sensores autónomos
EPilar Maurell nergIoT ha creado una tecnología capaz de capturar energía del ambiente para alimentar pequeños sensores autónomos. Con esta propuesta ganaron, en julio, el premio de Cleantech Camp, un programa de aceleración de proyectos en tecnologías limpias para España y Portugal promovido por InnoEnergy, Barcelona Activa y la Cámara de Lisboa, y patrocinada por Gas Natural Fenosa. Ya en 2016, esta solución fue seleccionada entre las 10 Tecnologías Emergentes del MIT Technology Review. Gonzalo Murillo, fundador de EnergIoT, y su equipo han desarrollado un material piezoeléctrico que aprovecha la energía ambiental para alimentar de forma permanente pequeños sensores autónomos y que puede ser integrado en un circuito electrónico. Con el galardón de Cleantech Camp, que consta de 20.000 euros y asesoramiento para desarrollar un plan financiero, asesoramiento de protección de propiedad intelectual y legal patrocinado por los propios partners del programa (Impulse 2 Grow, ZBM y Osborne Clarke, respectivamente), este doctor en Ingeniería Microelectrónica por la UAB e investigador del Instituto de Microelectrónica de Barcelona (IMB-CNM CSIC) podrá dar un empujón a EnergIoT para testear su prototipo y lanzarlo al mercado.
¿Cómo funciona vuestra solución?
Se trata de un microgenerador que recoge la energía ambiental que normalmente se desperdicia. La idea es captar esta energía y, mediante un método de traducción, convertir la energía mecánica en eléctrica. Lo interesante es poder usar esa pequeña cantidad de electricidad para alimentar los sensores y dispositivos del internet de las cosas. Porque uno de los retos que tiene hoy en día el IoT es cómo alimentar todos esos dispositivos. Es impensable tener que cambiar millones de pilas.
¿De qué energía hablamos?
Por ejemplo, trabajamos con Gas Natural Fenosa y Airbus en un proyecto europeo que se llama EnSO [y que tiene como objetivo desarrollar fuentes autónomas de energía para pequeños dispositivos]. Quieren reemplazar los sensores que tienen los aviones, que son miles, por dispositivos inalámbricos. Nosotros queremos usar las vibraciones del avión para alimentarlos. Sería como la dinamo de una bicicleta. Es una energía mecánica que ahora se desperdicia y que también encontramos en las vibracio- nes de la maquinaria y en todos los medios de transporte. Pero también podemos recolectar energía de las redes de distribución de electricidad, agua y gas como los que genera un cable de alta tensión o la vibración provocada por el flujo de gas en determinados componentes (contadores, reguladores, etc.) o en la propia tubería para alimentar los sensores.Y una tercera aplicación, que estamos desarrollando con Gas Natural Fenosa, sería utilizar la energía que genera el flujo de gas o agua en una tubería para alimentar los sensores instalados dentro de esas tuberías.
Hay muchas otras fórmulas.
Sí, pero nosotros queremos focalizarnos en las tres familias que te he mencionado: un sistema que permita atraer energía de las vibraciones, otro de campos electromagnéticos y otro de flujo de fluidos. Aunque la idea es tener un dispositivo que pueda utilizarse en varias aplicaciones.
Eres investigador, ¿cómo empezó el proyecto de EnergIoT?
Estudié Ingeniería Electrónica en Granada y realicé el doctorado en la Universitat Autònoma de Barcelona, donde empecé a trabajar con sistemas electromecánicos. La idea de crear una start-up vino después. En 2012 hice un curso en la UAB llamado University to Business, específico para gente que acababa el doctorado y quería acercarse al mundo de la empresa. En los meses que duró, nos formaron sobre cómo llevar nuestra idea del laboratorio al mercado. También participé en el proyecto Engega [una iniciativa formativa del Parc de Recerca UAB para ayudar a los investigadores del campus a generar soluciones de mercado para el sector de la eficiencia energética y las tecnologías limpias], y finalmente, ya como EnergIoT, participamos en dos programas de incubación: Climate Kic y Cleantech Camp.
¿En qué momento está la empresa?
Tras quedar primeros en Cleantech Camp, InnoEnergy está evaluando algunos proyectos como el nuestro, para valorar si invierte en ellos. Estamos pasando por los análisis de mercado, del equipo y de la tecnología, y en octubre se decide si invierten o no. Tenemos otros inversores interesados en el proyecto porque estamos buscando financiación semilla para funcionar de manera autónoma. Nos hemos reunido con alguna empresa para realizar pruebas piloto y lanzar la última parte de desarrollo de nuestra tecnología, para llegar a un producto que se pueda comercializar. En los próximos meses queremos testear el sistema.
¿Veremos en un futuro no muy lejano neveras que nos hagan la compra?
Habrá un boom de IoT. Ya está pasando, pero no nos damos cuenta. Por ejemplo, un vehículo tiene el doble de sensores que hace unos años, también los teléfonos móviles… Sin embargo, creo que todavía faltan dos cosas por cubrir, una es la interacción de la persona con el dispositivo en sí, y la otra es que el concepto de IoT sea global. Y uno de los aspectos que frenan que el IoT aún no esté en todos lados es el de la autonomía energética, pero en los próximos diez años veremos un cambio importante.
Las aplicaciones son infinitas.
Hay muchas empresas que fabrican sensores y que trabajan muy bien. Nuestra idea es apoyarnos en ellas para alimentar sus dispositivos. Salen muchísimas aplicaciones, pero para nosotros lo importante es poner el foco en las que puedan tener mucho potencial.
"Uno de los aspectos que frenan que el internet de las cosas aún no esté en todos lados es el de la autonomía energética, pero en los próximos diez años veremos un cambio importante"